24/12/2015 13:09:07
El Medanoso, es una de las dunas activas del lugar, además de ser la más alta de Chile y de las más grandes de Sudamérica, con 550 metros desde su base a la cumbre y 1660 metros sobre el nivel del mar. Aquí la promesa de relajación, tranquilidad y armonía también están 100% aseguradas.
Cuando nos decimos viajar a la región de Atacama, jamás imaginamos que encontraríamos tanta diversidad de panoramas. En Sernatur nos entregaron mucha información que nos permitió armar nuestra ruta. Fue así como nos entusiasmos por conocer un Mar de dunas. La excursión nos llevó al lado norte de la ciudad de Copiapó, donde la inmensidad del desierto con sus montañas rocosas es alcanzada por un paisaje maravilloso de un fino contraste, que en la primera impresión nos desafía a dar nuestro mejor rendimiento físico. Estoy hablando un extenso conjunto de seis campos dunarios que cubre una superficie de 335 kilómetros cuadrados. Algo así como un trozo del Sahara en pleno Norte de nuestro país.
Tomamos la carretera Panamericana Norte, doblando a la derecha en la C-327, la misma que se dirige a las minas Galleguillos y San José. Al principio, por tu izquierda estarás bordeando el Aeródromo Chamonate, el que hasta el año 2004 fue el principal terminal aéreo de la Región de Atacama. Después de un par de kilómetros, el Mar de Dunas se convierte en una realidad en medio del valle y la minería.
Primero, realizamos una caminata por las faldas de las dunas, admirado desde abajo un sinnúmero de atractivas formas y variaciones en su altura. Es momento de desenfundar nuestra cámara y comenzar un entretenido safari fotográfico, capturando increíbles postales de los cerros Pichincha y Bramador, guardianes de las arenas onduladas por los fuertes vientos del pasado, cuyo origen geológico no proviene de la costa, sino de las cuencas fluviales transversales del río Copiapó.
Antes de subir la duna, es recomendable acudir a una cita con Carlos Pizarro, tour operador local dueño de “Chillitrip”, quien realiza expediciones al mar de dunas desde hace años. Su agencia ofrece un producto que hace hincapié en la responsabilidad y conciencia turística, debido a que estamos frente a dunas remanentes sin fuentes de alimentación. Esto quiere decir que ya no tienen fuente de alimentación de arenas, por lo que promueven el turismo de impacto mínimo. Realizan caminatas de nivel intermedio y una serie de actividades off-road para los amantes de los vehículos 4x4 y el motocross. Además, practican sandboard, donde solamente tienes que estar motivado y disfrutar de la adrenalina, pues las tablas y los cascos vienen con el paquete turístico.
En el vasto Mar de Dunas recorrimos las rutas y el sitio del campamento del Rally Dakar en su paso por el Desierto de Atacama.
Sin embargo, lo mejor está por venir. Cayendo la tarde, el desierto nos deslumbra al cambiar sus colores con fascinantes sombreados en todas las escalas de ocres y amarillos. Momento perfecto entonces para descansar arriba del cerro El Medanoso, es una de las dunas activas del lugar, además de ser la más alta de Chile y de las más grandes de Sudamérica, con 550 metros desde su base a la cumbre y 1660 metros sobre el nivel del mar. Aquí la promesa de relajación, tranquilidad y armonía también están 100% aseguradas.
Descendiendo la duna, pienso que Mar de Dunas otorga una experiencia completa, con una propuesta desde el punto de vista local, como si fueses un atacameño más. Quedamos maravillados con este universo salvaje en medio del Desierto de Atacama. De un patrimonio geológico incalculable, donde la belleza escénica al ponerse el sol dibujando hermosas y definidas sombras en las arenas milenarias que cubren el territorio y donde las estrellas poco a poco van prendiéndose definidas en un cielo transparente. Querrás volver.
Algunos datos importantes si decides disfrutar de esta aventura:
- Al Mar de Dunas se puede acceder tanto por Copiapó en la ruta C-327 como por la ciudad de Cal-dera vía Panamericana y luego ruta C-351.
- Antes de visitar el lugar, asegúrese de llevar abundante líquido, protector solar, lentes de sol, gorro o sombrero cómodos; vestimenta liviana, mapa rutero o GPS. Solamente se puede acceder en vehículos 4x4 y no hay señal para celulares en el sector.
Los precios para acudir con un tour operador dependen de las actividades que estimes realizar, partiendo desde los $15.000 para una caminata de luna llena, bordeando los $240.000 promedio para un paquete completo que incluye traslado, sesiones de sandboard, almuerzo en terreno y visitas a mina San José.