27/11/2014 12:28:00
El método para combatirlo es más simple de lo que se cree: tomar desayuno.
Muchos piensan que una buena opción para bajar de peso es saltarse el desayuno. Esto, en realidad, produce todo lo contrario porque cuando despertamos el cuerpo necesita de energía para funcionar tanto intelectual como físicamente. Si no nos alimentamos bien en la primera comida del día, el cuerpo comienza a “auto-devorarse”, afirma el doctor mexicano en endocrinología, Salomon Jakubowicz a través del portal de bienestar
Salud180.
¿Qué causa la flacidez? No tomar desayuno. Cuando despertamos y nos saltamos esta comida, el cuerpo se come sus propias proteínas para funcionar. Entre éstas se encuentra el
colágeno -la proteína de la piel-, que con su falta disminuye la elasticidad del tejido y produce una mayor aparición de arrugas, flacidez y envejecimiento prematuro. Además, se aumenta el riesgo de hematomas o moretones porque la piel se vuelve más frágil.
¿Cómo combatirla?:
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Tomar desayuno en los primeros 60 minutos después de levantarse.
- Ingerir alimentos ricos en proteínas. Por ejemplo, frutos secos como almendras y avellanas (que además son ricas en calcio).
Yogur, leche de soya u otros cereales, jamón, pavo, huevos y lácteos como el queso y quesillo.
- Evita hacer ejercicio en ayunas porque produce que el cuerpo se “auto-devore” con falta de energía y proteínas.
Si no tomamos desayuno, lo “peor ocurre cuando llega la tarde”, dice el experto, porque se producen los “ataques de hambre” que hacen que uno engorde más.
Comer con ansiedad provoca que el cuerpo se anteponga a la falta de alimento y metabolice más lento las comidas para no pasar de nuevo por esa falta de energía necesaria. A su vez, la ansiedad produce que no sintamos apetito en la mañana, generando un círculo vicioso y dañando la elasticidad del cuerpo.
¿Qué pasa con el cuerpo cuando nos alimentamos bien en el desayuno?:
- Disminuye la hormona que aumenta el apetito (ghrelina), reduciendo la ansiedad por carbohidratos.
- Mejora los niveles de azúcar en la sangre y la producción de insulina, y reduces los riesgos de
hiperinsulinismo o diabetes.
- Reduce los riesgos de infertilidad, caída del cabello y acné.
- Aumenta la producción de colágeno, fortificando los tejidos del cuerpo y su elasticidad. Así, la piel se verá más tersa y sana.
- Aumenta la producción de cortisol, reduciendo los dolores musculares y la
grasa abdominal.
- Se duerme mejor.