08/12/2015 11:47:00
Michel Temer afirmó que la Presidenta “nunca” confió en él ni en su partido
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El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, envió una dura carta a Dilma Rousseff en la que acusa a la Mandataria de mentir y de sabotear al mayor aliado del Gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el cual él preside.
Con la carta enviada a la Presidenta en la noche del lunes, cuyo contenido integral es reproducido hoy por medios locales, Temer rompe el silencio que mantenía desde el miércoles pasado, cuando su correligionario en el PMDB y presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, acogió un pedido de destitución de Rousseff.
En la misiva, Temer lista 11 episodios que a su entender demuestran que Rousseff no le tiene confianza ni a él ni a su partido político, desmintiendo así declaraciones públicas de la Presidenta, en la que dijo tener "absoluta confianza" en su vice y su lealtad.
"Desde ya le digo que no es necesario alardear públicamente sobre la necesidad de mi lealtad. La he demostrado a lo largo de estos cinco años", arranca Temer la misiva.
"No obstante, siempre estuve consciente de la absoluta desconfianza de usted y de su entorno en relación conmigo y con el PMDB. Desconfianza incompatible con lo que hicimos para mantener el apoyo personal y partidario a su Gobierno", prosigue.
Y va más allá: Para demostrar lo dicho anteriormente, añade, basta resaltar que en la última convención del partido solo el 59,9 por ciento votó por mantener la alianza con el gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
"Y solo lo hicieron, me atrevo a registrar, porque era yo el candidato a la reelección a vice", puntualiza Temer.
El vicepresidente se jacta asimismo de haber logrado "mantener la unidad del PMDB apoyando a su gobierno, usando el prestigio político que he cosechado con la credibilidad y el respeto que sembré en el partido".
"Todo esto no ha generado confianza en mí, (sino que) generó desconfianza y menosprecio por parte del Gobierno", precisa.
Enseguida, el político y constitucionalista repasa, a modo de ejemplo, 11 episodios que a su entender demuestran la desconfianza de la presidenta y el "menosprecio" hacia el partido y su persona.
Entre otros, señala que durante los primeros cuatro meses de Gobierno fue "un vice decorativo", solo llamado para "resolver votaciones del PMDB y crisis políticas".
"Jamás, ni yo ni el PMDB, fuimos llamados para discutir formulaciones económicas o políticas del país; éramos simples accesorios secundarios, subsidiarios", agrega.
También subraya su actuación como articulador político del Gobierno, papel que asumió a pedido de Rousseff con el fin de lograr que el Congreso aprobara las primeras medidas de ajuste fiscal propuestas por el equipo económico.
"No titubeamos. Estaba en juego el país", constata, pero lamenta que después de aprobado el ajuste, "los acuerdos asumidos en el Parlamento" para lograrlo "no fueron cumplidos".
"Realizamos más de 60 reuniones de líderes y bancadas a lo largo del tiempo, solicitando apoyo gracias a nuestra credibilidad. Fuimos obligados a dejar esa coordinación", admite Temer.
Por último, reitera su convicción de que la presidenta "no tiene confianza en mí ni en el PMDB hoy, y no la tendrá mañana".
La carta de Temer, quien asumirá la Presidencia del país en caso de que Rousseff acabe destituida, es el corolario del dificultoso comienzo del trámite, que debe iniciarse con la instalación de una comisión especial en la Cámara baja.
El lunes, a raíz de la división que existe en el PMDB en relación con la destitución de Rousseff, la creación de la comisión tuvo que ser aplazada para hoy, lo que atenta contra la urgencia de la presidenta para concluir el trámite para no seguir desgastándose.
