26/12/2012 23:04:00
Dentro de la investigación se analizó epidemiológicamente a 1.489 músicos solistas y participantes de agrupaciones, que alcanzaron la fama entre 1956 y el 2006 en Europa y Estados Unidos.
Un estudio realizado por el doctor Mark A. Bells y cuatro médicos más de Manchester y Liverpool, develó que los músicos que integran un grupo viven más que quienes hacen una carrera en solitario. La investigación llamada Dying to be famous (Muriendo por ser Famoso), tomó análisis epidemiológico a 1.489 artistas que hicieron carrera entre 1956 y 2006 en Europa y Estados Unidos. Según cuenta el diario El País, la edad promedia de los fallecimientos es la de 45,2 años para los americanos y 39,7 para los europeos, dejando de lado el famoso Club de los 27, que señalaba que esa era la edad en la que morían los músicos. El estudio devela además que las causas más recurrentes de muertes en los músicos son la atracción de los ricos por el hedonismo, el excesivo gusto por vivir el momento que caracteriza a la industria musical y la asunción de conductas de riesgo tipo abuso de substancias. Dying to be famous además señala que el ser parte de un grupo desaceleraría los efectos nocivos de ser una estrella de la música.
Dentro de la investigación se analizó epidemiológicamente a 1.489 músicos solistas y participantes de agrupaciones, que alcanzaron la fama entre 1956 y el 2006 en Europa y Estados Unidos.
Un estudio realizado por el doctor Mark A. Bells y cuatro médicos más de Manchester y Liverpool, develó que los músicos que integran un grupo viven más que quienes hacen una carrera en solitario. La investigación llamada Dying to be famous (Muriendo por ser Famoso), tomó análisis epidemiológico a 1.489 artistas que hicieron carrera entre 1956 y 2006 en Europa y Estados Unidos. Según cuenta el diario El País, la edad promedia de los fallecimientos es la de 45,2 años para los americanos y 39,7 para los europeos, dejando de lado el famoso Club de los 27, que señalaba que esa era la edad en la que morían los músicos. El estudio devela además que las causas más recurrentes de muertes en los músicos son la atracción de los ricos por el hedonismo, el excesivo gusto por vivir el momento que caracteriza a la industria musical y la asunción de conductas de riesgo tipo abuso de substancias. Dying to be famous además señala que el ser parte de un grupo desaceleraría los efectos nocivos de ser una estrella de la música.