26/12/2012 19:17:00
En tanto, otro estudio de la Universidad de Iowa determinó que cuanto más se mastica la comida, mejor se absorbe, y descubrieron que el número perfecto de veces era 40.
Seguro que muchos todavía están sufriendo los excesos de la Navidad. Son precisamente los causantes de que el cuerpo se desestabilice y, en lugar de sentirse bien al ingerir deliciosos platos, no absorba correctamente los nutrientes. Sucede porque, según descubrieron investigadores de la Universidad de California, las personas tienen un “reloj alimentario”, que se adecua a los horarios y cantidades de las comidas habituales para preparar al cuerpo para aprovechar lo mejor posible todo lo que se ingiere. Así sucede que, cuando no se aprovechan correctamente los nutrientes, el cuerpo tiende a engordar. Por eso las comidas inesperadas entre horas engordan mucho más que las normales. En Navidad, los grandes banquetes ponen a cero dicho reloj y causan que la mayor parte de lo que se ingiere provoque la subida de kilos. En tanto, otro estudio de la Universidad de Iowa determinó que cuanto más se mastica la comida, mejor se absorbe, y descubrieron que el número perfecto de veces era 40. Además, masticar libera una hormona llamada CCK, que sacia el hambre.
En tanto, otro estudio de la Universidad de Iowa determinó que cuanto más se mastica la comida, mejor se absorbe, y descubrieron que el número perfecto de veces era 40.
Seguro que muchos todavía están sufriendo los excesos de la Navidad. Son precisamente los causantes de que el cuerpo se desestabilice y, en lugar de sentirse bien al ingerir deliciosos platos, no absorba correctamente los nutrientes. Sucede porque, según descubrieron investigadores de la Universidad de California, las personas tienen un “reloj alimentario”, que se adecua a los horarios y cantidades de las comidas habituales para preparar al cuerpo para aprovechar lo mejor posible todo lo que se ingiere. Así sucede que, cuando no se aprovechan correctamente los nutrientes, el cuerpo tiende a engordar. Por eso las comidas inesperadas entre horas engordan mucho más que las normales. En Navidad, los grandes banquetes ponen a cero dicho reloj y causan que la mayor parte de lo que se ingiere provoque la subida de kilos. En tanto, otro estudio de la Universidad de Iowa determinó que cuanto más se mastica la comida, mejor se absorbe, y descubrieron que el número perfecto de veces era 40. Además, masticar libera una hormona llamada CCK, que sacia el hambre.