19/03/2013 17:39:00
El especialista Daniel Seijas, explicó que al ingerir gran cantidad de acetato (elemento que está en el alcohol y que produce energía en el cerebro), el organismo se “desacostumbra” a crear energía a partir de carbohidratos, y a su vez comienza a crear dependencia al alcohol.
Ayer se dio a conocer en un estudio de la Universidad de Yale, que el alcohol alimenta al cerebro gracias al ácido del acetato. Los especialistas creen que esta información es correcta, pero al mismo tiempo, tiene contraindicaciones. El psiquiatra de la Clínica Las Condes, Daniel Seijas, explicó a SoyChile que efectivamente al ingerir alcohol el cerebro se alimenta con la energía que produce el acetato, sin embargo cuando se consume de manera excesiva el organismo comienza a alimentarse exclusivamente de esta ácido, por lo que deja de nutrirse con carbohidratos y glúcidos, por lo que deja de recibir algunas vitaminas y calorías positivas. Al alimentarse casi exclusivamente con el acetato, el cuerpo de los alcohólicos comienza a crear dependencia a la bebida. Sijas calificó el estudio como una “falsa buena notica”, agregando que la medida correcta para la ingesta de alcohol es dos tragos a la semana o copa de vino al día “una copa al día tiene un efecto positivo, dos se contrarrestan, y cuando se toman tres o más copas se tiene un efecto negativo”.
El especialista Daniel Seijas, explicó que al ingerir gran cantidad de acetato (elemento que está en el alcohol y que produce energía en el cerebro), el organismo se “desacostumbra” a crear energía a partir de carbohidratos, y a su vez comienza a crear dependencia al alcohol.
Ayer se dio a conocer en un estudio de la Universidad de Yale, que el alcohol alimenta al cerebro gracias al ácido del acetato. Los especialistas creen que esta información es correcta, pero al mismo tiempo, tiene contraindicaciones. El psiquiatra de la Clínica Las Condes, Daniel Seijas, explicó a SoyChile que efectivamente al ingerir alcohol el cerebro se alimenta con la energía que produce el acetato, sin embargo cuando se consume de manera excesiva el organismo comienza a alimentarse exclusivamente de esta ácido, por lo que deja de nutrirse con carbohidratos y glúcidos, por lo que deja de recibir algunas vitaminas y calorías positivas. Al alimentarse casi exclusivamente con el acetato, el cuerpo de los alcohólicos comienza a crear dependencia a la bebida. Sijas calificó el estudio como una “falsa buena notica”, agregando que la medida correcta para la ingesta de alcohol es dos tragos a la semana o copa de vino al día “una copa al día tiene un efecto positivo, dos se contrarrestan, y cuando se toman tres o más copas se tiene un efecto negativo”.