31/01/2013 18:47:00
El condenado abusó de su víctima desde que ésta tenía 12 años, en Rancagua. Además, será vigilado durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta.
Un hombre de iniciales M.E.O.C., de 45 años, fue condenado a cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo tras haber sido declarado culpable de violar y abusar de su sobrina por más de tres años. Los hechos investigados por el fiscal adjunto de Rancagua, Sergio Pérez, terminaron con una sentencia condenatoria contra el imputado, quien tras las indagatorias dirigidas por el Ministerio Público, fue sometido a juicio oral. La investigación dio cuenta de que el imputado desde junio del año 2008, y hasta septiembre del 2010, abusaba sexualmente de su sobrina. Sin embargo las agresiones sexuales continuaron hasta abril del 2011, fecha en que el condenado procedió a violar a la menor, de entonces 15 años, según lo expuesto por el persecutor ante el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua. Además se le condenó a otras penas accesorias contempladas en el ordenamiento jurídico, como la sujeción a vigilancia de la autoridad policial, ello durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta.
El condenado abusó de su víctima desde que ésta tenía 12 años, en Rancagua. Además, será vigilado durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta.
Un hombre de iniciales M.E.O.C., de 45 años, fue condenado a cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo tras haber sido declarado culpable de violar y abusar de su sobrina por más de tres años. Los hechos investigados por el fiscal adjunto de Rancagua, Sergio Pérez, terminaron con una sentencia condenatoria contra el imputado, quien tras las indagatorias dirigidas por el Ministerio Público, fue sometido a juicio oral. La investigación dio cuenta de que el imputado desde junio del año 2008, y hasta septiembre del 2010, abusaba sexualmente de su sobrina. Sin embargo las agresiones sexuales continuaron hasta abril del 2011, fecha en que el condenado procedió a violar a la menor, de entonces 15 años, según lo expuesto por el persecutor ante el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua. Además se le condenó a otras penas accesorias contempladas en el ordenamiento jurídico, como la sujeción a vigilancia de la autoridad policial, ello durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta.