22/09/2013 10:32:34
El grupo somalí, que se atribuyó el ataque en Kenia, lucha desde hace años en algunos países africanos en contra de la cultura occidental, los cristianos y los musulmanes moderados.
Varios grupos fanáticos luchan desde hace años en algunos países africanos en contra de la cultura occidental, los cristianos y los musulmanes moderados, con el objetivo de crear sociedades puramente islámicas. Además de la secta Boko Haram en Nigeria, uno de los más cruentos es la milicia Al Shabaab de Somalia, que se atribuyó el atentado de ayer en Kenia. El grupo islamista fue creado en 1998 y tiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda. Controla vastas zonas del centro y sur de Somalia y su objetivo es que se imponga una interpretación muy estricta del Islam y la implantación de un Estado teocrático en el Cuerno de África, que además participe en una guerra santa (yihad) a nivel mundial. Los miembros de la milicia han limitado las libertades de los ciudadanos y suelen actuar con gran brutalidad. Los hombres no pueden tener una apariencia "occidental" y tienen que dejarse la barba. Las mujeres se ven obligadas a abandonar sus coloridos trajes tradicionales para llevar un velo oscuro que les cubra la cara. Está prohibido todo lo considerado "occidental", desde el cine al fútbol. En 2011, tropas del gobierno, apoyadas por soldados de la Unión Africana (UA), pudieron expulsar a la milicia de la capital, Mogadiscio. Un año más tarde los islamistas perdieron también el control del puerto estratégicamente importante de Kismayo. Kenia participó en los combates con miles de soldados. Sin embargo, Al Shabaab, que pese a su rechazo a lo occidental utiliza a menudo la red Twitter para hacer anuncios, sigue siendo muy poderosa. Hace dos semanas murieron 15 personas en un atentado doble en Mogadiscio.
El grupo somalí, que se atribuyó el ataque en Kenia, lucha desde hace años en algunos países africanos en contra de la cultura occidental, los cristianos y los musulmanes moderados.
Varios grupos fanáticos luchan desde hace años en algunos países africanos en contra de la cultura occidental, los cristianos y los musulmanes moderados, con el objetivo de crear sociedades puramente islámicas. Además de la secta Boko Haram en Nigeria, uno de los más cruentos es la milicia Al Shabaab de Somalia, que se atribuyó el atentado de ayer en Kenia. El grupo islamista fue creado en 1998 y tiene vínculos con la red terrorista Al Qaeda. Controla vastas zonas del centro y sur de Somalia y su objetivo es que se imponga una interpretación muy estricta del Islam y la implantación de un Estado teocrático en el Cuerno de África, que además participe en una guerra santa (yihad) a nivel mundial. Los miembros de la milicia han limitado las libertades de los ciudadanos y suelen actuar con gran brutalidad. Los hombres no pueden tener una apariencia "occidental" y tienen que dejarse la barba. Las mujeres se ven obligadas a abandonar sus coloridos trajes tradicionales para llevar un velo oscuro que les cubra la cara. Está prohibido todo lo considerado "occidental", desde el cine al fútbol. En 2011, tropas del gobierno, apoyadas por soldados de la Unión Africana (UA), pudieron expulsar a la milicia de la capital, Mogadiscio. Un año más tarde los islamistas perdieron también el control del puerto estratégicamente importante de Kismayo. Kenia participó en los combates con miles de soldados. Sin embargo, Al Shabaab, que pese a su rechazo a lo occidental utiliza a menudo la red Twitter para hacer anuncios, sigue siendo muy poderosa. Hace dos semanas murieron 15 personas en un atentado doble en Mogadiscio.