28/07/2013 8:30:00
El ex ministro Trabajo analiza el complejo escenario de la Alianza, defiende una eventual moderación de las propuestas de Michelle Bachelet y augura una difícil primera vuelta debido al gran número de candidatos.
A cuatro meses de las elecciones de noviembre, los dirigentes de la Concertación observan atentos la forma en que transcurre la carrera presidencial de la Alianza, cuya crisis más reciente fue provocada por el retiro de la candidatura de Pablo Longueira. Ahora, la UDI está a la espera de que RN ratifique a Evelyn Matthei como la carta presidencial del bloque, que afronta claros signos de división.
Para el militante del PS y ex ministro de Ricardo Lagos, Ricardo Solari, la compleja situación en el oficialismo no significará un giro en el trabajo programático de la campaña de la candidata Michelle Bachelet, pero definitivamente tendrá repercusiones en el bloque opositor. En entrevista con
El Austral de Temuco, Solari descarta que las vicisitudes aliancistas lleven a un sentimiento de autoconfianza en la oposición, y en cambio asegura que las candidaturas independientes dificultarán ganar en primera vuelta.
- ¿Cómo están las cosas en la Concertación a cuatro meses para la elección de noviembre?
- En la Nueva Mayoría ha habido una reflexión profunda, tanto de los factores de la derrota de la última elección presidencial, como de lo que ocurrió con los movimientos sociales el 2011, donde ha habido tanto una discusión sobre las prácticas de la política, el modo en que la política se hace, como los contenidos de las reformas, de las transformaciones que debe encargar una candidatura presidencial. Tenemos una primaria concluida exitosamente, con una amplia participación, pero por sobre todo fue un acto de mucha unidad en nuestro sector, donde fuimos capaces de concluirla con señales de que estamos convergiendo y aceptando nuestra diversidad. Y ahí está Gómez, Velasco, Orrego y Bachelet, que no son lo mismo, pero convergen una misma idea y una misma actitud de enfrentar en los próximos años trabajando y caminando juntos.
- La situación en la derecha es, a simple vista, más compleja.
- Yo creo que la derecha tenía por primera vez en 50 años la posibilidad de gobernar el país por medios democráticos y no fue capaz de hacer de ese periodo histórico un momento donde hiciera crecer su influencia en la sociedad. Si bien ha tenido muy buenas cifras económicas, es un gobierno impopular, un gobierno que ha debido enfrentar muchísimas críticas, crisis, un gobierno que no ha podido resolver nunca los problemas de conflicto de interés, y por sobre todo, un gobierno que ha sido incapaz de construir una coalición donde se respeten reglas del juego, se respeten los acuerdos, se construya una amistad cívica.
- ¿Cuáles son las mayores dificultades que presenta la Alianza?
- La principal dificultad de la Alianza es que no sintoniza con los chilenos en dos temas: uno, con las transformaciones culturales que han habido en el país, donde las ideas conservadoras que ellos portan son muy contradictorias con el interés general de los chilenos. Y segundo, la visión económica dominante que defiende el status quo y que, yo diría, es rechazada abrumadoramente por los chilenos que piden un rol más activo del Estado en áreas como la educación, la salud, las pensiones (...) Esta derecha está anclada en ideas antiguas, autoritarias y conservadoras, y por eso que en las elecciones municipales sufrió una derrota tan contundente. Y hoy día han sido incapaces de construir una opción presidencial que sea a partir de procesos válidos. Entonces, da la impresión de que ellos tienen un problema que es más serio que simplemente el cómo enfrentan en estas elecciones a Bachelet y sus parlamentarios a la Nueva Mayoría. Ellos tienen un problema con la sociedad.
- Los últimos episodios en la derecha ¿van a tener repercusiones en la campaña de Bachelet?
- Van a tener, sin duda, pero no tanto en la campaña, porque ésta es una candidatura que ya tiene una base y una fuerza de legitimidad obtenida en la primaria, tiene una base programática sobre la cual se sigue trabajando. Adicionalmente, tiene un acuerdo parlamentario que está siendo construido por los siete partidos de la coalición. Sin embargo, lo que pasa en el lado de la derecha obviamente no es indiferente, porque los candidatos son distintos. Yo tengo la sensación de que la candidata Matthei, por definición -yo la conozco-, es una candidata más agresiva, pero no creo que esto cambie esencialmente la trayectoria de lo que va a pasar en los próximos 100 días, que es más menos lo que queda de campaña.