El equipo cayó 1-0 por un error de Dani Alves que dejó sin opción al capitán de la Roja, quien había tenido una jornada tranquila.
El Barcelona desaprovechó hoy la ocasión de alcanzar el liderato provisional de la Liga española de fútbol al caer en el Camp Nou ante el Málaga por 1-0 en duelo por la vigésimo cuarta fecha. El solitario gol en el minuto siete del español Juanmi Jiménez condenó a un Barcelona que, tras enlazar once victorias consecutivas en todas las competiciones, dio un paso atrás en su persecución del Real Madrid. El equipo blanco podría aumentar a cuatro su ventaja en la cabeza del campeonato español si mañana se impone en la cancha del Elche. Como ya sucedió a inicios de año y justo antes de enfrentarse el próximo martes al Manchester City en la Liga de Campeones, el conjunto dirigido por el español Luis Enrique dejó pasar una nueva oportunidad de aumentar la presión sobre su principal rival en la lucha por la Liga. Muy lejos del juego y la superioridad que había exhibido en las últimas goleadas, el Barcelona nunca dio la sensación de poder alzarse con la victoria. El Málaga, que había perdido sus últimos doce encuentros en el Camp Nou, cambió la historia con un partido modélico en defensa, maniatando al tridente ofensivo del Barcelona, que apenas generó ocasiones para, al menos, rescatar un punto. Al Barcelona el partido se le puso cuesta arriba ya en el minuto siete, cuando Alves premió la hasta entonces nula actividad ofensiva del Málaga con un regalo que dejó vendido al meta chileno Claudio Bravo. Nada pudo hacer el arquero azulgrana ante la mala cesión del lateral brasileño, que intentó dejarle al primer toque un largo envío del camerunés Carlos Kameni. Alves se quedó corto en su frivolidad y Juanmi Jiménez, veloz como una centella, atrapó el balón para burlar la salida de Bravo y adelantar al Málaga. El error garrafal de Alves obligó al Barcelona a una nueva remontada que esta vez no consiguió porque el Málaga se defendió muy bien, con dos líneas de cuatro muy juntas y con sus delanteros más ocupados en la presión arriba que en atacar. Los dirigidos por Luis Enrique monopolizaban el balón, pero su dominio apenas se tradujo en claras ocasiones de gol. El brasileño Weligton salvó en el segundo palo un chut de Rafinha que buscaba la red dos minutos después del tanto del Málaga. Pero, desde entonces, Kameni sólo tuvo que intervenir ante un flojo cabezazo de Andrés Iniesta que, solo ante arquero, no eligió la mejor opción. El equipo de Javi Gracia, en cambio, amenazó al Barcelona con sus escasas, pero fulminantes, contras. Bravo tuvo que intervenir en un par de ocasiones ante el portugués Jorge Horta. Y la presencia de Juanmi resultó siempre molesta para la zaga azulgrana, compuesta por el francés Jérémy Mathieu y el español Gerard Piqué en el centro. Luis Enrique, que había reservado al argentino Javier Mascherano y al croata Ivan Rakitic pensando en el partido del próximo martes ante el Manchester City, recurrió a ambos en la segunda parte, cuando la suerte de su equipo parecía imposible cambiar. Pero ni su entrada ni la del español Pedro salvaron al Barcelona, que tardó casi 40 minutos en firmar su primer chut tras la pausa. Lo hizo Pedro, en una buena posición para batir a Kameni, pero su disparo impactó contra el lateral de la red. Para entonces, y en su desesperación, el equipo azulgrana ya actuaba con una defensa compuesta por apenas dos o tres hombres y lo fiaba todo a un toque de genialidad de sus estrellas, muy apagadas hoy. No brilló el argentino Lionel Messi. Ni tampoco el brasileño Neymar, que se topó una y otra vez con sus defensores. Ni el uruguayo Luis Suárez, que tuvo la penúltima ocasión para empatar, pero tampoco no acertó. Después de encadenar once triunfos consecutivos, el Barcelona sucumbió ante el perfecto planteamiento de Javi Gracia, perdió una nueva oportunidad de atrapar el liderato del torneo español y dio un paso atrás en su juego y en su persecución del Real Madrid.