21/12/2012 18:16:00
Un profesor de física aplicada de la Universidad de Harvard quiere usar dos jets modificados que inyecten partículas reflectantes en la atmósfera para reducir la cantidad de luz solar que llega a la Tierra
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El calentamiento global está haciendo que el hielo del Artico se derrita paulatinamente, aumentando el nivel del mar y destruyendo el ecosistema de muchos seres vivos. Parece que el mundo no se termina de concienciar de la gravedad del problema, de modo que, en lugar de solucionar su origen, ahora los científicos se plantean remediar las consecuencias. David Keith, profesor de física aplicada de la Universidad de Harvard, propuso la idea de volver a congelar el Ártico utilizando dos jets modificados que inyecten partículas reflectantes en la atmósfera para reducir la cantidad de luz solar que llega a la Tierra. Afirmó que tan sólo reduciendo en un 0’5% la penetración de luz, ya sería posible restaurar el hielo del Polo Norte, de modo que es algo completamente viable, si se invierte una cantidad de unos US$ 8 mil millones al año, gasto que, según Keith, podría asumir cualquier nación importante. El hielo del Océano Artico ya se ha reducido a la mitad, en comparación con el volumen que ocupaba en 1980. Aun así, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica rechazó la propuestaporque este tipo de geoingeniería podría presentar consecuencias no deseadas.
Un profesor de física aplicada de la Universidad de Harvard quiere usar dos jets modificados que inyecten partículas reflectantes en la atmósfera para reducir la cantidad de luz solar que llega a la Tierra
El calentamiento global está haciendo que el hielo del Artico se derrita paulatinamente, aumentando el nivel del mar y destruyendo el ecosistema de muchos seres vivos. Parece que el mundo no se termina de concienciar de la gravedad del problema, de modo que, en lugar de solucionar su origen, ahora los científicos se plantean remediar las consecuencias. David Keith, profesor de física aplicada de la Universidad de Harvard, propuso la idea de volver a congelar el Ártico utilizando dos jets modificados que inyecten partículas reflectantes en la atmósfera para reducir la cantidad de luz solar que llega a la Tierra. Afirmó que tan sólo reduciendo en un 0’5% la penetración de luz, ya sería posible restaurar el hielo del Polo Norte, de modo que es algo completamente viable, si se invierte una cantidad de unos US$ 8 mil millones al año, gasto que, según Keith, podría asumir cualquier nación importante. El hielo del Océano Artico ya se ha reducido a la mitad, en comparación con el volumen que ocupaba en 1980. Aun así, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica rechazó la propuestaporque este tipo de geoingeniería podría presentar consecuencias no deseadas.