19/12/2012 18:48:00
Para salvarla debía pesar al menos una libra, y lo consiguió porque olvidaron unas tijeras sobre la balanza.
Kate y Renato Douse, una pareja británica, vivieron una historia milagrosa de parto prematuro, que ya de por sí es una situación sumamente arriesgada. Kate estaba embarazada de 23 semanas cuando dio a luz. Según las normas sanitarias en Reino Unido, tan solo se ofrece cuidado activo a niños que nazcan con más de 22 semanas de embarazo y que pesen una libra (453.6 gramos) o más. Magdalena, la pequeña de los Douse cumplía la fecha límite, pero faltaba por confirmar si su peso permitiría la lucha por mantenerla con vida. Así es que la colocaron sobre la balanza y sí, el resultado fue justo la cifra límite, así que comenzaron las labores para salvarla. Cuando ya la tenían en el respirador, de repente se dieron cuenta de que sobre la balanza se había olvidado unas tijeras, que se convirtieron en las salvadoras de la pequeña, puesto que sin ellas tan solo pesaba 382 gramos. Seis meses permaneció Magdalena en el hospital, y ahora por fin le dieron el alta y están seguros de que se desarrollará sana. Su historia pasará a formar parte de los milagros más sorprendentes en cuanto a partos prematuros.
Para salvarla debía pesar al menos una libra, y lo consiguió porque olvidaron unas tijeras sobre la balanza.
Kate y Renato Douse, una pareja británica, vivieron una historia milagrosa de parto prematuro, que ya de por sí es una situación sumamente arriesgada. Kate estaba embarazada de 23 semanas cuando dio a luz. Según las normas sanitarias en Reino Unido, tan solo se ofrece cuidado activo a niños que nazcan con más de 22 semanas de embarazo y que pesen una libra (453.6 gramos) o más. Magdalena, la pequeña de los Douse cumplía la fecha límite, pero faltaba por confirmar si su peso permitiría la lucha por mantenerla con vida. Así es que la colocaron sobre la balanza y sí, el resultado fue justo la cifra límite, así que comenzaron las labores para salvarla. Cuando ya la tenían en el respirador, de repente se dieron cuenta de que sobre la balanza se había olvidado unas tijeras, que se convirtieron en las salvadoras de la pequeña, puesto que sin ellas tan solo pesaba 382 gramos. Seis meses permaneció Magdalena en el hospital, y ahora por fin le dieron el alta y están seguros de que se desarrollará sana. Su historia pasará a formar parte de los milagros más sorprendentes en cuanto a partos prematuros.