30/11/2012 18:26:00
Una exposición en Japón muestra objetos ingeniosos como tostadoras que fríen huevos y calientan leche al mismo tiempo o corbatas con compartimentos.
Puede que muchos al hacerse el desayuno, echen en falta un aparato que tuesta pan, fría huevos y calienta la leche al mismo tiempo. Se trata del objeto favorito de Kenichi Masuda, dueño de toda una colección de inventos japoneses con una antigüedad de unos 50 años. Todos tienen algo en común, se exhiben en una exposición en Tokio de inventos que se consideraron demasiado ridículos como para triunfar en el mercado. Puede que hoy en día fuesen mucho más valorados, dado el gusto por los objetos frikis y los gadgets más extraños. En la exposición también se muestran otros inventos increíbles, como la corbata con bolsillos para guardarlo todo, un sombrero con soporte para el papel higiénico, o una pala multiusos, como si de una navaja se tratase. Lo que sucedía entre los años '50 y '60, según explicó Masuda, es que las empresas tecnológicas no temían al fracaso y se arriesgaban mucho más que en la actualidad. De todos modos, hoy en día Japón continúa destacando por inventar los objetos más insólitos y particulares.
Una exposición en Japón muestra objetos ingeniosos como tostadoras que fríen huevos y calientan leche al mismo tiempo o corbatas con compartimentos.
Puede que muchos al hacerse el desayuno, echen en falta un aparato que tuesta pan, fría huevos y calienta la leche al mismo tiempo. Se trata del objeto favorito de Kenichi Masuda, dueño de toda una colección de inventos japoneses con una antigüedad de unos 50 años. Todos tienen algo en común, se exhiben en una exposición en Tokio de inventos que se consideraron demasiado ridículos como para triunfar en el mercado. Puede que hoy en día fuesen mucho más valorados, dado el gusto por los objetos frikis y los gadgets más extraños. En la exposición también se muestran otros inventos increíbles, como la corbata con bolsillos para guardarlo todo, un sombrero con soporte para el papel higiénico, o una pala multiusos, como si de una navaja se tratase. Lo que sucedía entre los años '50 y '60, según explicó Masuda, es que las empresas tecnológicas no temían al fracaso y se arriesgaban mucho más que en la actualidad. De todos modos, hoy en día Japón continúa destacando por inventar los objetos más insólitos y particulares.