18/12/2012 9:45:00
El equipo del DT chileno es el menos goleado de la liga en una temporada en la que los dirigidos de Mourinho acusan la falta de definición. Un triunfo malagueño el sábado le pondría a solo dos puntos de los blancos y le metería en la pelea por el tercer puesto.
El Málaga de Manuel Pellegrini, despedido del Real Madrid en mayo de 2010 y sustituido por Jose Mourinho, medirá el próximo sábado la crisis del equipo blanco, que tras su empate de la pasada jornada ante el Espanyol firmó los peores números de las últimas cinco temporadas. El choque es el más destacado de la decimoséptima jornada de la liga española, la última del año, en la que el Barcelona, líder, visita al Valladolid; el Atlético de Madrid, segundo, recibe al Celta; y el Espanyol y el Deportivo se enfrentarán en un duelo de colistas. Todos los ojos estarán, sin embargo, puestos en Málaga, donde se vivirá un auténtico juicio al portugués Mourinho, cuyas declaraciones diciendo que la liga, con el Barcelona ya a trece puntos, está "casi imposible", fueron contestadas ayer por su presidente, Florentino Pérez, que le recordó que el club tiene por principio "no rendirse nunca". El Málaga es el equipo menos goleado de la liga en una temporada en la que el Real Madrid está acusando la falta de definición y es consciente de que un triunfo le pondría a solo dos puntos de los blancos y le metería en la pelea por el tercer puesto. Un nuevo tropezón de los de Mourinho permitiría asimismo al Barcelona aumentar sus 13 puntos de ventaja sobre su máximo rival. Para ello, sin embargo, deberá vencer a domicilio al Valladolid, cómodamente instalado en la octava posición de la tabla y que hace dos semanas puso en apuros al Real Madrid, que tuvo que remontar dos veces para terminar ganando por la mínima (2-3). Del resultado de Málaga estará también pendiente el Atlético, que tras caer ante el Barcelona tratará de levantarse repitiendo con el Celta lo que hizo después de sus dos derrotas anteriores ante el Valencia y el Real Madrid: ganar con autoridad en casa a su siguiente rival.
El equipo del DT chileno es el menos goleado de la liga en una temporada en la que los dirigidos de Mourinho acusan la falta de definición. Un triunfo malagueño el sábado le pondría a solo dos puntos de los blancos y le metería en la pelea por el tercer puesto.
El Málaga de Manuel Pellegrini, despedido del Real Madrid en mayo de 2010 y sustituido por Jose Mourinho, medirá el próximo sábado la crisis del equipo blanco, que tras su empate de la pasada jornada ante el Espanyol firmó los peores números de las últimas cinco temporadas. El choque es el más destacado de la decimoséptima jornada de la liga española, la última del año, en la que el Barcelona, líder, visita al Valladolid; el Atlético de Madrid, segundo, recibe al Celta; y el Espanyol y el Deportivo se enfrentarán en un duelo de colistas. Todos los ojos estarán, sin embargo, puestos en Málaga, donde se vivirá un auténtico juicio al portugués Mourinho, cuyas declaraciones diciendo que la liga, con el Barcelona ya a trece puntos, está "casi imposible", fueron contestadas ayer por su presidente, Florentino Pérez, que le recordó que el club tiene por principio "no rendirse nunca". El Málaga es el equipo menos goleado de la liga en una temporada en la que el Real Madrid está acusando la falta de definición y es consciente de que un triunfo le pondría a solo dos puntos de los blancos y le metería en la pelea por el tercer puesto. Un nuevo tropezón de los de Mourinho permitiría asimismo al Barcelona aumentar sus 13 puntos de ventaja sobre su máximo rival. Para ello, sin embargo, deberá vencer a domicilio al Valladolid, cómodamente instalado en la octava posición de la tabla y que hace dos semanas puso en apuros al Real Madrid, que tuvo que remontar dos veces para terminar ganando por la mínima (2-3). Del resultado de Málaga estará también pendiente el Atlético, que tras caer ante el Barcelona tratará de levantarse repitiendo con el Celta lo que hizo después de sus dos derrotas anteriores ante el Valencia y el Real Madrid: ganar con autoridad en casa a su siguiente rival.