18/12/2012 7:38:00
Mientras las tiendas especializadas en productos para sobrevivir a catástrofes incrementaron hasta en un 700% sus ventas en vísperas del 21 de diciembre, el escéptico Crystian Sánchez y el sociólogo Eduardo Santa Cruz explican las razones del fenómeno mediático del año: las teorías sobre el supuesto término de los tiempos. Desde la edad media hasta el 2012, la ruta de las sociedades por hallar el apocalipsis y la estrategia de los mercados para explotar un negocio.
Pese a los enormes avances científicos y tecnológicos que ha experimentado la humanidad en los siglos de la modernidad, aún hay elementos que las sociedades no se pueden explicar. De ahí la necesidad cultural de crear mitos, de contar y escuchar historias. El presunto fin del mundo es una más de esas respuestas buscadas por las civilizaciones. Y en ese sentido, el sociólogo de la Universidad de Chile, Eduardo Santa Cruz, explica la difusión irresponsable de tanta seudo teoría, como los tres días de oscuridad a partir de una alineación de planetas o los más variados intentos de interpretación de las escrituras mayas. “Esto del fin del mundo no es nuevo. En la edad media, cuando se iba acercando el año 1000, pasó algo similar, eso es lo que se llama milenarismo, que es el modelo de todos los que proclaman el fin de los tiempos. Obviamente el 1000 pasó de largo, y en el 2000 pasó lo mismo. En todas las décadas del siglo XX se planteó la idea de la fecha límite, pero el 2 de enero del 2000 toda la gente tenía que ir a trabajar. Ahora, con el asunto de los mayas, hay varias teorías, y por otro lado están las del oscurantismo, que están planteando los tres días de oscuridad, en los que supuestamente van a salir los demonios”, parte diciendo. “Estos fenómenos ocurren porque el ser humano no tiene la capacidad de controlar todos los acontecimientos, siempre supone que hay fuerzas superiores. El problema es que ahí se te mete desde el charlatán más grande hasta creencias más organizadas. El ser humano construye representaciones de las cosas, discursos. Ahora con la presencia de Internet y los medios esto agarra una difusión increíble, llegando a lo banal”, agrega. El miércoles 12 del 12 del 12 en el programa Buenos Días a Todos, de TVN, se presentó una mujer mexicana con un “estigma” en forma de cruz en la frente. Su mensaje, reproducido para todos los chilenos, era que se había comunicado con los extraterrestres, quienes supuestamente le informaron que ese día descenderían tres naves en el planeta. Esta es la visión de Santa Cruz: “el día 12 en los matinales hablaron una sarta de polotudeces, como lo de la señora mexicana. Al pasarlo por la tele, eso genera todo un circuito de resonancia. Ese día en el Cajón del Maipo había gente conectándose con la espiritualidad de no sé dónde. No le hacen daño a nadie, pero el resto está trabajando”. “El otro día conversé con un astrónomo argentino, que me contaba que lo de la oscuridad a partir de la alineación de los planetas son puras tonteras que no tienen sentido. Me mostró una foto súper bonita de alineaciones de algunos planetas con una constelación. Eso pasa a cada rato, no tiene nada que ver con un terremoto. También pasan asteroides a cada rato. Incluso un astrónomo de la Universidad de Chile explicó que la lluvia de estrellas es pura basura, barro con hielo que al entrar a la atmósfera se diluye, eso ocurre una vez al año”, agrega el también periodista. Por último, Santa Cruz explicó por qué impacta tanto en la cultura esta difusión de sentencias. “No tiene mucha importancia, pero da cuenta de la necesidad humana, de que hay cosas que no sabemos explicar. Nos gusta que nos cuenten cuentos, toda cultura necesita cuentos y mitos. Ahora esto se enfocó en ‘el fin del mundo’. Lo que pasa es que ahora con la globalización, el despliegue tecnológico permite llegar con un mensaje instantáneo a cualquier parte del mundo. Esos cuentos de la aldea son inmediatamente universales”. Es tal el impacto de la propagación de los cuentos, que en la tienda Survivor, ubicada en la calle Copiapó 557, en pleno centro de Santiago, la venta de productos para resistir el apocalipsis se ha desbordado. Antonella Romo, vendedora del local, contó a SoyChile que “se ha vendido un 80% más de lo normal. Generalmente, la gente no dice por qué están comprando, pero han comprando mucho más por el fin del mundo. Lo que más se vende es comida, agua, linternas, mantas térmicas, fósforos a prueba de agua y botiquines, que ya se nos acabaron”. Romo detalló que las ventas se han focalizado “sobre todo esta semana”. Además, adelantó que la tienda está preparada para el día de las supuestas catástrofes. “El 21 vamos a tener abierto, vendiendo como todos los días, pero vamos a tener más stock. Todo nos llega este miércoles”, dijo. Las mochilas equipadas para dos personas, que permiten sobrevivir tres días, valen $50 mil. Para cinco personas, $100 mil. “Un día llegó una señora y dijo que no va a pasar nada, pero que igual había que prepararse por si acaso”, cerró Antonella. En la tienda Supervivencia, por su parte, Luis Díaz contó que las mochilas se han vendido un 700% más que el año pasado. En total, se han vendido siete mil kit, de $ 69 mil el más completo, lo que representa ganancias de casi $50 millones. En todo caso, Díaz no cree que el éxito de sus productos se deba sólo al temor apocalíptico. “No creo que exista tanta ignorancia para que la gente crea que se acerca al fin del mundo. Creo más en una conciencia preventiva. Yo trato de no subestimar a la gente", expresó. De todas formas, el dueño de Supervivencia contó las raras ideas con que han llegado algunas personas al local, ubicado en Apoquindo 5681, local 42: “hay gente que ha preguntado en base a teorías descabelladas. Han llegado personas que me han dicho que el 21 va a haber una suplantación de personas”. Esta actitud de los chilenos frente a las “profecías” es una respuesta a un plan de negocios, según Crystian Sánchez, de la científica Asociación Escéptica de Chile. “Todo este tema del 21 de diciembre, que estamos claro que son cuentos infantiles, ha sido un tremendo negocio para muchas empresas. ¿Por qué (Juan Andrés) Salfate habla tanta tontera en televisión?, porque detrás de ellos hay empresas que hacen un tremendo negocio, como la construcción de búnkers. ¿Qué van a hacer con los búnkers cuando no pase nada? Por otro lado, también aumentó la venta de armas. El miedo y el pánico se han vendido muy bien, desde Hollywood para adelante, con películas como Armagedon o 2012. Es una industria mediática, que toma el miedo como un producto de mercado”, dice. Concordando con Santa Cruz, Sánchez enfatizó en que “detrás está una necesidad humana donde hay que apelar al misterio. Tenemos que siempre saber. Aunque ese saber sea falso, no toleramos no saber. Por eso que las seudo ciencias tienen tanta popularidad en los medios y universidades, donde incluso se están enseñando las medicinas alternativas. Lo contrario a eso es el escepticismo. El racionalismo no apela a lo emocional, sino a la verdad, pero hoy decir la verdad es complicado”. Específicamente sobre el fin del calendario maya, el líder escéptico contó que “hablamos con el profesor Tomás Suárez, de la Unam de México, que trabaja en el instituto de estudios mayas, y desmintió todo eso. Los mayas sólo dicen que es el fin de un ciclo. Ellos nunca dijeron que se iba a acabar el mundo. Con la difusión se produjo el gran tongo”. Respecto la teoría de los tres días de oscuridad, dice que “es para la risa. Esto viene de los secretos de Fátima, ahí se habla de los días de oscuridad, pero sin ninguna evidencia”. Es tanta la convicción científica de los Escépticos de Chile, que organizaron una fiesta, llamada “Se acaba el mundo, comienza el mambo”, donde se burlarán de todos los “charlatanes” ante la evidencia de la continuidad de los tiempos. “Es una sátira en que nos vamos a reír de todos estos gallos. Vamos a entregar los premios a los charlatanes nacionales: el Salfatín (al chanta mayor, en honor al personaje de La Red), al mayor tongo del año, al mayor programa charlatanesco (como Psíquicos o Médium) y al mayor patrocinador de seudo ciencia. Lo vamos a hacer como la entrega de los Oscar. También va a haber un mago ilusionista que va a demostrar lo fácil que resulta engañar a la gente”, detalló Crystian. La fiesta, que buscará culminar con alegría el año de uno de los mayores mitos del último tiempo, se realizará el jueves desde las 22:30 horas en el Club Chocolate, en Santiago. La entrada vale $4 mil.
Mientras las tiendas especializadas en productos para sobrevivir a catástrofes incrementaron hasta en un 700% sus ventas en vísperas del 21 de diciembre, el escéptico Crystian Sánchez y el sociólogo Eduardo Santa Cruz explican las razones del fenómeno mediático del año: las teorías sobre el supuesto término de los tiempos. Desde la edad media hasta el 2012, la ruta de las sociedades por hallar el apocalipsis y la estrategia de los mercados para explotar un negocio.
Pese a los enormes avances científicos y tecnológicos que ha experimentado la humanidad en los siglos de la modernidad, aún hay elementos que las sociedades no se pueden explicar. De ahí la necesidad cultural de crear mitos, de contar y escuchar historias. El presunto fin del mundo es una más de esas respuestas buscadas por las civilizaciones. Y en ese sentido, el sociólogo de la Universidad de Chile, Eduardo Santa Cruz, explica la difusión irresponsable de tanta seudo teoría, como los tres días de oscuridad a partir de una alineación de planetas o los más variados intentos de interpretación de las escrituras mayas. “Esto del fin del mundo no es nuevo. En la edad media, cuando se iba acercando el año 1000, pasó algo similar, eso es lo que se llama milenarismo, que es el modelo de todos los que proclaman el fin de los tiempos. Obviamente el 1000 pasó de largo, y en el 2000 pasó lo mismo. En todas las décadas del siglo XX se planteó la idea de la fecha límite, pero el 2 de enero del 2000 toda la gente tenía que ir a trabajar. Ahora, con el asunto de los mayas, hay varias teorías, y por otro lado están las del oscurantismo, que están planteando los tres días de oscuridad, en los que supuestamente van a salir los demonios”, parte diciendo. “Estos fenómenos ocurren porque el ser humano no tiene la capacidad de controlar todos los acontecimientos, siempre supone que hay fuerzas superiores. El problema es que ahí se te mete desde el charlatán más grande hasta creencias más organizadas. El ser humano construye representaciones de las cosas, discursos. Ahora con la presencia de Internet y los medios esto agarra una difusión increíble, llegando a lo banal”, agrega. El miércoles 12 del 12 del 12 en el programa Buenos Días a Todos, de TVN, se presentó una mujer mexicana con un “estigma” en forma de cruz en la frente. Su mensaje, reproducido para todos los chilenos, era que se había comunicado con los extraterrestres, quienes supuestamente le informaron que ese día descenderían tres naves en el planeta. Esta es la visión de Santa Cruz: “el día 12 en los matinales hablaron una sarta de polotudeces, como lo de la señora mexicana. Al pasarlo por la tele, eso genera todo un circuito de resonancia. Ese día en el Cajón del Maipo había gente conectándose con la espiritualidad de no sé dónde. No le hacen daño a nadie, pero el resto está trabajando”. “El otro día conversé con un astrónomo argentino, que me contaba que lo de la oscuridad a partir de la alineación de los planetas son puras tonteras que no tienen sentido. Me mostró una foto súper bonita de alineaciones de algunos planetas con una constelación. Eso pasa a cada rato, no tiene nada que ver con un terremoto. También pasan asteroides a cada rato. Incluso un astrónomo de la Universidad de Chile explicó que la lluvia de estrellas es pura basura, barro con hielo que al entrar a la atmósfera se diluye, eso ocurre una vez al año”, agrega el también periodista. Por último, Santa Cruz explicó por qué impacta tanto en la cultura esta difusión de sentencias. “No tiene mucha importancia, pero da cuenta de la necesidad humana, de que hay cosas que no sabemos explicar. Nos gusta que nos cuenten cuentos, toda cultura necesita cuentos y mitos. Ahora esto se enfocó en ‘el fin del mundo’. Lo que pasa es que ahora con la globalización, el despliegue tecnológico permite llegar con un mensaje instantáneo a cualquier parte del mundo. Esos cuentos de la aldea son inmediatamente universales”. Es tal el impacto de la propagación de los cuentos, que en la tienda Survivor, ubicada en la calle Copiapó 557, en pleno centro de Santiago, la venta de productos para resistir el apocalipsis se ha desbordado. Antonella Romo, vendedora del local, contó a SoyChile que “se ha vendido un 80% más de lo normal. Generalmente, la gente no dice por qué están comprando, pero han comprando mucho más por el fin del mundo. Lo que más se vende es comida, agua, linternas, mantas térmicas, fósforos a prueba de agua y botiquines, que ya se nos acabaron”. Romo detalló que las ventas se han focalizado “sobre todo esta semana”. Además, adelantó que la tienda está preparada para el día de las supuestas catástrofes. “El 21 vamos a tener abierto, vendiendo como todos los días, pero vamos a tener más stock. Todo nos llega este miércoles”, dijo. Las mochilas equipadas para dos personas, que permiten sobrevivir tres días, valen $50 mil. Para cinco personas, $100 mil. “Un día llegó una señora y dijo que no va a pasar nada, pero que igual había que prepararse por si acaso”, cerró Antonella. En la tienda Supervivencia, por su parte, Luis Díaz contó que las mochilas se han vendido un 700% más que el año pasado. En total, se han vendido siete mil kit, de $ 69 mil el más completo, lo que representa ganancias de casi $50 millones. En todo caso, Díaz no cree que el éxito de sus productos se deba sólo al temor apocalíptico. “No creo que exista tanta ignorancia para que la gente crea que se acerca al fin del mundo. Creo más en una conciencia preventiva. Yo trato de no subestimar a la gente", expresó. De todas formas, el dueño de Supervivencia contó las raras ideas con que han llegado algunas personas al local, ubicado en Apoquindo 5681, local 42: “hay gente que ha preguntado en base a teorías descabelladas. Han llegado personas que me han dicho que el 21 va a haber una suplantación de personas”. Esta actitud de los chilenos frente a las “profecías” es una respuesta a un plan de negocios, según Crystian Sánchez, de la científica Asociación Escéptica de Chile. “Todo este tema del 21 de diciembre, que estamos claro que son cuentos infantiles, ha sido un tremendo negocio para muchas empresas. ¿Por qué (Juan Andrés) Salfate habla tanta tontera en televisión?, porque detrás de ellos hay empresas que hacen un tremendo negocio, como la construcción de búnkers. ¿Qué van a hacer con los búnkers cuando no pase nada? Por otro lado, también aumentó la venta de armas. El miedo y el pánico se han vendido muy bien, desde Hollywood para adelante, con películas como Armagedon o 2012. Es una industria mediática, que toma el miedo como un producto de mercado”, dice. Concordando con Santa Cruz, Sánchez enfatizó en que “detrás está una necesidad humana donde hay que apelar al misterio. Tenemos que siempre saber. Aunque ese saber sea falso, no toleramos no saber. Por eso que las seudo ciencias tienen tanta popularidad en los medios y universidades, donde incluso se están enseñando las medicinas alternativas. Lo contrario a eso es el escepticismo. El racionalismo no apela a lo emocional, sino a la verdad, pero hoy decir la verdad es complicado”. Específicamente sobre el fin del calendario maya, el líder escéptico contó que “hablamos con el profesor Tomás Suárez, de la Unam de México, que trabaja en el instituto de estudios mayas, y desmintió todo eso. Los mayas sólo dicen que es el fin de un ciclo. Ellos nunca dijeron que se iba a acabar el mundo. Con la difusión se produjo el gran tongo”. Respecto la teoría de los tres días de oscuridad, dice que “es para la risa. Esto viene de los secretos de Fátima, ahí se habla de los días de oscuridad, pero sin ninguna evidencia”. Es tanta la convicción científica de los Escépticos de Chile, que organizaron una fiesta, llamada “Se acaba el mundo, comienza el mambo”, donde se burlarán de todos los “charlatanes” ante la evidencia de la continuidad de los tiempos. “Es una sátira en que nos vamos a reír de todos estos gallos. Vamos a entregar los premios a los charlatanes nacionales: el Salfatín (al chanta mayor, en honor al personaje de La Red), al mayor tongo del año, al mayor programa charlatanesco (como Psíquicos o Médium) y al mayor patrocinador de seudo ciencia. Lo vamos a hacer como la entrega de los Oscar. También va a haber un mago ilusionista que va a demostrar lo fácil que resulta engañar a la gente”, detalló Crystian. La fiesta, que buscará culminar con alegría el año de uno de los mayores mitos del último tiempo, se realizará el jueves desde las 22:30 horas en el Club Chocolate, en Santiago. La entrada vale $4 mil.