13/12/2012 12:03:00
Ayer Sao paulo venció 2-0 a los argentinos y se quedaron con el torneo. El partido sólo duró 45 minutos pues el equipo de Néstor Gorosito se retiró en el entretiempo denunciando golpes y amenazas con armas de la policía brasileña.
![Foto Nota]()
"Si en el Mundial (2014) le hacen un gol a Brasil, qué van a hacer?, van a invadir la cancha?", se preguntó hoy Sergio Massa, hombre fuerte del club Tigre, tras la escandalosa final de la Copa Sudamericana ante Sao Paulo, partido del que los trasandinos se retiraron. "Es una de las páginas más vergonzosas del fútbol brasileño. Sao Paulo será muy grande, pero como anfitrión es desastroso. Los responsables tienen que estar presos", añadió Massa, intendente del partido de Tigre, en la provincia de Buenos Aires y político de peso en la Argentina. "No nos gusta ganar o perder un partido en los escritorios pero la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) va a tener que hacer una fuerte protesta ante la Conmebol", siguió Massa, quien aclaró que Tigre no buscará el título "por decreto", pero sí exigirá "que no haya impunidad". Massa ratificó hoy a Radio 10 que sus jugadores fueron golpeados y amenazados con armas dentro del vestuario y que por eso se negaron a jugar el segundo tiempo de la final que perdían 2-0, el miércoles en el Morumbí. "Preferimos, ante tanta situación de violencia, privilegiar la integridad física de los jugadores. Nos parece triste, patético", siguió Massa, quien denunció que "hay jugadores con puntos de sutura, con cortes y muy golpeados". "¨Qué nos hubiese pasado si hacíamos un gol. Fue más seguro no salir a la cancha", defendió la decisión el arquero Damián Albil, que ratificó al arribar hoy a Buenos Aires que dentro del vestuario un agresor brasileño le puso un arma en el pecho. Los jugadores apuntaron contra policías y empleados de seguridad de Sao Paulo, en tanto el jefe de seguridad de Tigre, Rubén Pasquini, identificó como uno de los principales agresores a Zé Carlos, supuesto empleado o dirigente del club brasileño. "Nunca viví una cosa así", expresó el DT Néstor "Pipo" Gorosito, en tanto su ayudante Jorge Borrelli, con un golpe en el rostro, afirmó que "no hubo un muerto de casualidad" y que el plantel fue víctima de "una emboscada" dentro del vestuario. Gorosito acusó al uruguayo Eugenio Figueredo, vicepresidente de la Conmebol, y a la terna arbitral chilena liderada por Enrique Osses de haber visto "todo", pero no hacer "nada" porque "lo único que querían era que entráramos a jugar". "No nos dejaron entrar al vestuario, nos empujaron los seguridad. Nos pegaron con palos, con bancos, sacaron un revólver... Después vino la policía y también nos pegó", protestó Lucas Orbán, en tanto Matías Galmarini recordó que Sao Paulo impidió a Tigre pisar el césped del Morumbí el día previo y minutos antes del partido y que el autobús que llevó al plantel al estadio fue apedreado y dañado por fanáticos. "Escándalo: atacaron a Tigre y le dieron la Copa al San Pablo", tituló en portada el diario Clarín, mientras que Olé, jugando con las palabras, expresó "Te revolver el estómago" y habla de "Verguenza en la final de la Sudamericana".
Ayer Sao paulo venció 2-0 a los argentinos y se quedaron con el torneo. El partido sólo duró 45 minutos pues el equipo de Néstor Gorosito se retiró en el entretiempo denunciando golpes y amenazas con armas de la policía brasileña.
"Si en el Mundial (2014) le hacen un gol a Brasil, qué van a hacer?, van a invadir la cancha?", se preguntó hoy Sergio Massa, hombre fuerte del club Tigre, tras la escandalosa final de la Copa Sudamericana ante Sao Paulo, partido del que los trasandinos se retiraron. "Es una de las páginas más vergonzosas del fútbol brasileño. Sao Paulo será muy grande, pero como anfitrión es desastroso. Los responsables tienen que estar presos", añadió Massa, intendente del partido de Tigre, en la provincia de Buenos Aires y político de peso en la Argentina. "No nos gusta ganar o perder un partido en los escritorios pero la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) va a tener que hacer una fuerte protesta ante la Conmebol", siguió Massa, quien aclaró que Tigre no buscará el título "por decreto", pero sí exigirá "que no haya impunidad". Massa ratificó hoy a Radio 10 que sus jugadores fueron golpeados y amenazados con armas dentro del vestuario y que por eso se negaron a jugar el segundo tiempo de la final que perdían 2-0, el miércoles en el Morumbí. "Preferimos, ante tanta situación de violencia, privilegiar la integridad física de los jugadores. Nos parece triste, patético", siguió Massa, quien denunció que "hay jugadores con puntos de sutura, con cortes y muy golpeados". "¨Qué nos hubiese pasado si hacíamos un gol. Fue más seguro no salir a la cancha", defendió la decisión el arquero Damián Albil, que ratificó al arribar hoy a Buenos Aires que dentro del vestuario un agresor brasileño le puso un arma en el pecho. Los jugadores apuntaron contra policías y empleados de seguridad de Sao Paulo, en tanto el jefe de seguridad de Tigre, Rubén Pasquini, identificó como uno de los principales agresores a Zé Carlos, supuesto empleado o dirigente del club brasileño. "Nunca viví una cosa así", expresó el DT Néstor "Pipo" Gorosito, en tanto su ayudante Jorge Borrelli, con un golpe en el rostro, afirmó que "no hubo un muerto de casualidad" y que el plantel fue víctima de "una emboscada" dentro del vestuario. Gorosito acusó al uruguayo Eugenio Figueredo, vicepresidente de la Conmebol, y a la terna arbitral chilena liderada por Enrique Osses de haber visto "todo", pero no hacer "nada" porque "lo único que querían era que entráramos a jugar". "No nos dejaron entrar al vestuario, nos empujaron los seguridad. Nos pegaron con palos, con bancos, sacaron un revólver... Después vino la policía y también nos pegó", protestó Lucas Orbán, en tanto Matías Galmarini recordó que Sao Paulo impidió a Tigre pisar el césped del Morumbí el día previo y minutos antes del partido y que el autobús que llevó al plantel al estadio fue apedreado y dañado por fanáticos. "Escándalo: atacaron a Tigre y le dieron la Copa al San Pablo", tituló en portada el diario Clarín, mientras que Olé, jugando con las palabras, expresó "Te revolver el estómago" y habla de "Verguenza en la final de la Sudamericana".