03/04/2013 14:49:00
Carlos Martínez estudia hace cinco años en la Universidad Nacional de La Plata y ha visto con preocupación el temporal que afecta a esa ciudad que ya ha dejado 35 muertos. Dice que la gente está incomunicada porque no funcionan bien las líneas telefónicas y que, con la luz cortada, no se pueden cargar los celulares. Hay gente anegada en gimnasios municipales y el agua superó el metro y medio en algunas zonas.
"La lluvia comenzó ayer en la madrugada, como una de las normales que hay en La Plata, con lluvias y con truenos. Pero comenzó el viento y no paraba. Se comenzaron a inundar las calles. Los autos comenzaron a subirse a las veredas. Todos los negocios se anegaron y había productos botados en las calles". El relato corresponde a Carlos Martínez, un universitario chileno que estudia hace cinco años en la Universidad Nacional de La Plata. Ha sido testigo de cómo uno de los temporales más fuertes de la historia de esa ciudad ha anegado a vecinos y ha dejado al menos 35 muertos. En conversación con SoyChile.cl, cuenta que en algunos sectores el agua llegó hasta un metro y medio de altura y que "es la lluvia más intensa que he visto, porque era muy fuerte y mucho rato. Era impresionante". Al momento de la entrevista camina por el centro de la ciudad, para ver las secuelas del temporal. "Están drenando las calles con motores. Si bien La Plata es una explanada hay lugares más altos y lugares más bajos. Los que más sufrieron anegación fueron los periféricos. Hay casas tipo cité que se anegaron todas. Por suerte cortaron la luz bastante temprano para evitar accidentes con la corriente". Sin embargo, esta medida de emergencia ha perjudicado las comunicaciones. "No se puede llamar por teléfono, además, que la luz está cortada y no pueden cargar celulares. Sólo se puede mandar mensajes de texto y con lo que queda de batería...", dice. "Llegó mi hermana y mi cuñado porque nuestra casa está en una zona más alta. Ellos viven a dos cuadras de un río y estaban todas las calles inundadas", cuenta. Además de los 35 muertos contabilizados -las autoridades advirtieron que podrían seguir aumentando-, hav cientos de anegados. "Había varios campamentos de tierra y chapa que se anegaron totalmente. Llevaron a la gente a gimnasios municipales". Las clases están suspendidas y hay algunos negocios abiertos, que al no tener luz sólo están vendiendo agua. Como era de esperar, muy cara. "Está la ciudad consternada. Nadie sabe qué hacer. No es que sólo haya afectado a una zona o a las clases bajas únicamente, hay casas de mucho valor destruídas. Están todos nerviosos y sin tener claro qué sucederá", comenta.
Carlos Martínez estudia hace cinco años en la Universidad Nacional de La Plata y ha visto con preocupación el temporal que afecta a esa ciudad que ya ha dejado 35 muertos. Dice que la gente está incomunicada porque no funcionan bien las líneas telefónicas y que, con la luz cortada, no se pueden cargar los celulares. Hay gente anegada en gimnasios municipales y el agua superó el metro y medio en algunas zonas.
"La lluvia comenzó ayer en la madrugada, como una de las normales que hay en La Plata, con lluvias y con truenos. Pero comenzó el viento y no paraba. Se comenzaron a inundar las calles. Los autos comenzaron a subirse a las veredas. Todos los negocios se anegaron y había productos botados en las calles". El relato corresponde a Carlos Martínez, un universitario chileno que estudia hace cinco años en la Universidad Nacional de La Plata. Ha sido testigo de cómo uno de los temporales más fuertes de la historia de esa ciudad ha anegado a vecinos y ha dejado al menos 35 muertos. En conversación con SoyChile.cl, cuenta que en algunos sectores el agua llegó hasta un metro y medio de altura y que "es la lluvia más intensa que he visto, porque era muy fuerte y mucho rato. Era impresionante". Al momento de la entrevista camina por el centro de la ciudad, para ver las secuelas del temporal. "Están drenando las calles con motores. Si bien La Plata es una explanada hay lugares más altos y lugares más bajos. Los que más sufrieron anegación fueron los periféricos. Hay casas tipo cité que se anegaron todas. Por suerte cortaron la luz bastante temprano para evitar accidentes con la corriente". Sin embargo, esta medida de emergencia ha perjudicado las comunicaciones. "No se puede llamar por teléfono, además, que la luz está cortada y no pueden cargar celulares. Sólo se puede mandar mensajes de texto y con lo que queda de batería...", dice. "Llegó mi hermana y mi cuñado porque nuestra casa está en una zona más alta. Ellos viven a dos cuadras de un río y estaban todas las calles inundadas", cuenta. Además de los 35 muertos contabilizados -las autoridades advirtieron que podrían seguir aumentando-, hav cientos de anegados. "Había varios campamentos de tierra y chapa que se anegaron totalmente. Llevaron a la gente a gimnasios municipales". Las clases están suspendidas y hay algunos negocios abiertos, que al no tener luz sólo están vendiendo agua. Como era de esperar, muy cara. "Está la ciudad consternada. Nadie sabe qué hacer. No es que sólo haya afectado a una zona o a las clases bajas únicamente, hay casas de mucho valor destruídas. Están todos nerviosos y sin tener claro qué sucederá", comenta.