27/03/2013 11:55:00
El molusco se tragó el objeto de 20 centímetros y que pesaba 1,36 kilogramos.
Un pescador se encontraba trabajando en la costa de la provincia de Guandong, China, cuando de repente capturó a un calamar que no tenía buen aspecto. Tenía la panza completamente hinchada, así que decidió llevarlo al mercado del condado de Jiaoling para descubrir qué le ocurría. Se llevaron un gran susto cuando descubrieron que lo que le provocaba la hinchazón era una bomba de 1,36 kilogramos y 20 centímetros de longitud, con forma de berenjena. Al parecer, el animal la debió de confundir con comida y se la tragó. Un acto muy peligroso, puesto que el calamar podría haberla detonado involuntariamente en cualquier momento. Se desconoce cómo pudo llegar hasta la costa, pero pensaron que seguramente procedía de algún avión de combate. Se notaba que era antigua por el óxido pero no pudieron adivinar la época concreta. Al final la entregaron a las autoridades, que la detonaron en una explosión controlada para asegurarse de que no causase más peligros.
El molusco se tragó el objeto de 20 centímetros y que pesaba 1,36 kilogramos.
Un pescador se encontraba trabajando en la costa de la provincia de Guandong, China, cuando de repente capturó a un calamar que no tenía buen aspecto. Tenía la panza completamente hinchada, así que decidió llevarlo al mercado del condado de Jiaoling para descubrir qué le ocurría. Se llevaron un gran susto cuando descubrieron que lo que le provocaba la hinchazón era una bomba de 1,36 kilogramos y 20 centímetros de longitud, con forma de berenjena. Al parecer, el animal la debió de confundir con comida y se la tragó. Un acto muy peligroso, puesto que el calamar podría haberla detonado involuntariamente en cualquier momento. Se desconoce cómo pudo llegar hasta la costa, pero pensaron que seguramente procedía de algún avión de combate. Se notaba que era antigua por el óxido pero no pudieron adivinar la época concreta. Al final la entregaron a las autoridades, que la detonaron en una explosión controlada para asegurarse de que no causase más peligros.