25/03/2013 8:09:00
Tras llorar amargamente, el abogado botó a la basura su cintillo que decía “te amo coneja”, junto a un peluche que guardaba del mismo animal. “Perdí el norte de mi vida, la proyección que tenía de familia, todo. Me fui a la mierda”, expresó.
En el capítulo de anoche de Mundos Opuestos 2, Andrés Longton se enteró de que su ex polola, Wilma González, terminó su relación con él a través de su cuenta de Facebook, lo que lo dejó absolutamente devastado. “Si bien el género reality exige total aislamiento de lo que sucede afuera, cada vez que pasa algo relevante en la vida de los participantes se los comunicamos”, señaló Karla Constant, antes de que le informaran la noticia. El encargado de hacerlo fue su hermano Arturo, quien le pasó una copia del escrito de la española. Al verlo, el abogado se limitó a decir “esto no puede salir al aire”, para luego irse corriendo hacia las dependencias de la producción. Allí cayó en la cuenta de que dado que los pormenores del quiebre ya se habían ventilado por los medios, su intención de reserva no tenía sentido. “Perdí el norte de mi vida, la proyección que tenía de familia, todo. Me fui a la mierda”, les dijo llorando tras volver con sus compañeros. Luego fue a buscar entre sus cosas el cintillo que usó en todas las competencias, -que decía “te amo coneja”- y lo botó al tacho de la basura, junto con un peluche del mismo animal que mantenía sobre su cama.
Tras llorar amargamente, el abogado botó a la basura su cintillo que decía “te amo coneja”, junto a un peluche que guardaba del mismo animal. “Perdí el norte de mi vida, la proyección que tenía de familia, todo. Me fui a la mierda”, expresó.
En el capítulo de anoche de Mundos Opuestos 2, Andrés Longton se enteró de que su ex polola, Wilma González, terminó su relación con él a través de su cuenta de Facebook, lo que lo dejó absolutamente devastado. “Si bien el género reality exige total aislamiento de lo que sucede afuera, cada vez que pasa algo relevante en la vida de los participantes se los comunicamos”, señaló Karla Constant, antes de que le informaran la noticia. El encargado de hacerlo fue su hermano Arturo, quien le pasó una copia del escrito de la española. Al verlo, el abogado se limitó a decir “esto no puede salir al aire”, para luego irse corriendo hacia las dependencias de la producción. Allí cayó en la cuenta de que dado que los pormenores del quiebre ya se habían ventilado por los medios, su intención de reserva no tenía sentido. “Perdí el norte de mi vida, la proyección que tenía de familia, todo. Me fui a la mierda”, les dijo llorando tras volver con sus compañeros. Luego fue a buscar entre sus cosas el cintillo que usó en todas las competencias, -que decía “te amo coneja”- y lo botó al tacho de la basura, junto con un peluche del mismo animal que mantenía sobre su cama.