12/12/2012 13:19:00
El ministro de Justicia, aseguró hoy, en entrevista con Soychile, que nunca se sintió presionado por las peticiones enviadas por Luis Eugenio Díaz cuando éste formaba parte del Consejo Nacional de Acreditación y Ribera era rector de la Universidad Autónoma.
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El ministro de Justicia, Teodoro Ribera, se refirió hoy a la polémica surgida luego de que saliera a la luz un intercambio de correos con el entonces integrante del Consejo Nacional de Acreditación, Luis Eugenio Díaz, cuando él era rector de la Universidad Autónoma. -¿Cuándo conversó con el Presidente Sebastián Piñera el martes él estaba al tanto del antecedente de que mientras se contrató a Luis Eugenio Díaz para asesorar a Gendarmería estaba en trámite la acreditación con el Incacea? -No hablé ningún tema específico con el Presidente y no acostumbro a revelar las conversaciones privadas con el Presidente. Sólo le puedo decir que fue una reunión corta, dónde él me preguntó cómo estaba, le dije que estaba tranquilo, que era una situación dura, pero estaba tranquilo y me dio ánimo, fuerza. -¿Cómo fue la contratación de Díaz? - Una vez que yo llegué al ministerio de Justicia en julio de 2011, me encontré que una de las iniciativas más relevantes que había encargado el Presidente era el fortalecimiento de Gendarmería y asumir el tema carcelario desde el punto de vista de la seguridad pública. Ello implicaba no sólo que los presos estuvieran privados de libertad, sino que ello sirviera para su reinserción social. En esta materia el tema de los derechos humanos era clave. Ya que necesitábamos una persona que tuviera nivel reconocido académico, experiencia en acreditación y derechos humanos, se resolvió la contratación de Eugenio Díaz. Era un abogado integrante del Instituto de Derechos Humanos. -¿No le parece anormal que Díaz haya sido contratado justo en el proceso de acreditación? -Yo fui miembro del directorio de Incacea. Este es un instituto profesional que fue adquirido por una sociedad vinculada a mi familia y la universidad Autónoma. Y si establecemos cuál es el porcentaje que me corresponde a mí personalmente, no como sociedad familiar, de Incacea, eso es 7,5%. Cuando yo asumí como ministro, me retiré de todos los directorios, incluidos Incacea. Para graficar que Incacea no era para mí una preocupación le diré que mientras la Universidad Autónoma tenía cuando yo era rector más de 19 mil estudiantes, Incacea tenía 200 estudiantes. Ahora, yo sí creo que el señor Díaz debió de haberme puesto sobre aviso de su eventual conflicto de interés. Pero nunca, jamás, estuvo presente el tema del Incacea. En mis reuniones con él estuvo presente mucha gente y más aún, su labor se desarrolló en la Escuela de Gendarmería, donde tuvo oficina y estacionamiento. -Usted mencionó ayer que Díaz era “idóneo”, ¿Le parece idónea una persona que manda correos, desde su posición, pidiendo favores personales? -Si yo tuviera que calificar de no idónea a una persona por enviar correos recomendando a terceros, tendría que eliminar de la calidad de idónea a una tremenda cantidad de hombres públicos y una gran cantidad de personas que hacen eso sin buscar lucro personal. Ahí no está el problema. ¿Usted nunca ha mandado un correo pidiendo un favor para una amiga? Eso es absolutamente legítimo. Yo nunca me sentí presionado por los correos del señor Eugenio Díaz y tal es así que ninguna de las personas sugeridas fue contratada. -¿Usted respondió a esos correos? -Indudable. No tengo a la vista ninguno de los tres o cuatro correos, pero sí recuerdo que no accedí y que no vi en ellos ningún menoscabo moral, porque si yo aplicara el envío de correo hoy como ministro para calificar personas, a muchas tendría que recatalogarlas. -El tema es que dada la posición de Díaz esos correos podrían considerarse una presión... -La tensión se deriva no de los correos ni de su contratación para gendarmería, sino que a él se le está imputando que de parte de terceros recibió dineros para favorecerlos con la acreditación. Eso no significa que todas y cada una de las actuaciones de Díaz ni todas las personas que con él tuvimos algo que ver, estemos en sospecha.
El ministro de Justicia, aseguró hoy, en entrevista con Soychile, que nunca se sintió presionado por las peticiones enviadas por Luis Eugenio Díaz cuando éste formaba parte del Consejo Nacional de Acreditación y Ribera era rector de la Universidad Autónoma.
El ministro de Justicia, Teodoro Ribera, se refirió hoy a la polémica surgida luego de que saliera a la luz un intercambio de correos con el entonces integrante del Consejo Nacional de Acreditación, Luis Eugenio Díaz, cuando él era rector de la Universidad Autónoma. -¿Cuándo conversó con el Presidente Sebastián Piñera el martes él estaba al tanto del antecedente de que mientras se contrató a Luis Eugenio Díaz para asesorar a Gendarmería estaba en trámite la acreditación con el Incacea? -No hablé ningún tema específico con el Presidente y no acostumbro a revelar las conversaciones privadas con el Presidente. Sólo le puedo decir que fue una reunión corta, dónde él me preguntó cómo estaba, le dije que estaba tranquilo, que era una situación dura, pero estaba tranquilo y me dio ánimo, fuerza. -¿Cómo fue la contratación de Díaz? - Una vez que yo llegué al ministerio de Justicia en julio de 2011, me encontré que una de las iniciativas más relevantes que había encargado el Presidente era el fortalecimiento de Gendarmería y asumir el tema carcelario desde el punto de vista de la seguridad pública. Ello implicaba no sólo que los presos estuvieran privados de libertad, sino que ello sirviera para su reinserción social. En esta materia el tema de los derechos humanos era clave. Ya que necesitábamos una persona que tuviera nivel reconocido académico, experiencia en acreditación y derechos humanos, se resolvió la contratación de Eugenio Díaz. Era un abogado integrante del Instituto de Derechos Humanos. -¿No le parece anormal que Díaz haya sido contratado justo en el proceso de acreditación? -Yo fui miembro del directorio de Incacea. Este es un instituto profesional que fue adquirido por una sociedad vinculada a mi familia y la universidad Autónoma. Y si establecemos cuál es el porcentaje que me corresponde a mí personalmente, no como sociedad familiar, de Incacea, eso es 7,5%. Cuando yo asumí como ministro, me retiré de todos los directorios, incluidos Incacea. Para graficar que Incacea no era para mí una preocupación le diré que mientras la Universidad Autónoma tenía cuando yo era rector más de 19 mil estudiantes, Incacea tenía 200 estudiantes. Ahora, yo sí creo que el señor Díaz debió de haberme puesto sobre aviso de su eventual conflicto de interés. Pero nunca, jamás, estuvo presente el tema del Incacea. En mis reuniones con él estuvo presente mucha gente y más aún, su labor se desarrolló en la Escuela de Gendarmería, donde tuvo oficina y estacionamiento. -Usted mencionó ayer que Díaz era “idóneo”, ¿Le parece idónea una persona que manda correos, desde su posición, pidiendo favores personales? -Si yo tuviera que calificar de no idónea a una persona por enviar correos recomendando a terceros, tendría que eliminar de la calidad de idónea a una tremenda cantidad de hombres públicos y una gran cantidad de personas que hacen eso sin buscar lucro personal. Ahí no está el problema. ¿Usted nunca ha mandado un correo pidiendo un favor para una amiga? Eso es absolutamente legítimo. Yo nunca me sentí presionado por los correos del señor Eugenio Díaz y tal es así que ninguna de las personas sugeridas fue contratada. -¿Usted respondió a esos correos? -Indudable. No tengo a la vista ninguno de los tres o cuatro correos, pero sí recuerdo que no accedí y que no vi en ellos ningún menoscabo moral, porque si yo aplicara el envío de correo hoy como ministro para calificar personas, a muchas tendría que recatalogarlas. -El tema es que dada la posición de Díaz esos correos podrían considerarse una presión... -La tensión se deriva no de los correos ni de su contratación para gendarmería, sino que a él se le está imputando que de parte de terceros recibió dineros para favorecerlos con la acreditación. Eso no significa que todas y cada una de las actuaciones de Díaz ni todas las personas que con él tuvimos algo que ver, estemos en sospecha.