22/03/2013 21:18:00
Les inducen a un estado cataléptico para que los veterinarios puedan hacerles las revisiones pertinentes.
En el acuario Sea Life de Benalmádena (España) tienen tiburones nodriza y, como todos los animales, necesitan cuidados veterinarios. El problema es que no es un animal fácil de tratar, así que decidieron iniciar un programa para relajarlos y resultó un completo éxito. Un submarinista se convirtió en todo un hipnotizador de tiburones, y es que logró que los escualos se vuelvan completamente manejables a base de caricias. Lo más sorprendente es que ahora, cuando le ven llegar, los tiburones acuden a él como los perritos, en busca de caricias y atenciones. Pero su estado llega mucho más allá de la simple relajación cuando las obtienen, y es que quedan paralizados, en un estado cataléptico que les permite a los veterinarios actuar sobre ellos sin que los animales sufran ningún estrés.
Les inducen a un estado cataléptico para que los veterinarios puedan hacerles las revisiones pertinentes.
En el acuario Sea Life de Benalmádena (España) tienen tiburones nodriza y, como todos los animales, necesitan cuidados veterinarios. El problema es que no es un animal fácil de tratar, así que decidieron iniciar un programa para relajarlos y resultó un completo éxito. Un submarinista se convirtió en todo un hipnotizador de tiburones, y es que logró que los escualos se vuelvan completamente manejables a base de caricias. Lo más sorprendente es que ahora, cuando le ven llegar, los tiburones acuden a él como los perritos, en busca de caricias y atenciones. Pero su estado llega mucho más allá de la simple relajación cuando las obtienen, y es que quedan paralizados, en un estado cataléptico que les permite a los veterinarios actuar sobre ellos sin que los animales sufran ningún estrés.