22/03/2013 10:34:00
El bebé había sufrido un ataque de asfixia. Rocky y Ethan guiaron a la madre del bebé para que realizara correctamente las maniobras.
Susana Rohm, una mujer de Georgia, se dio el susto de su vida cuando descubrió que su hijo Isiah de sólo dos meses se quedó como muerto en su cuna. No se movía, estaba pálido y sus extremidades flácidas. Llamó a su compañía de seguros para decir que su hijo estaba sin vida y por la desesperación tiró el celular al suelo y se rompió, de modo que no pudo llamar a emergencias. Salió corriendo a la calle, gritando desesperada y se encontró con dos niños, Rocky Hurt de 9 años y Ethan Wilson, de 10, que se encontraban jugando al fútbol. Susana les pidió que llamasen a sus padres, que alguien avisara a una ambulancia, pero ellos hicieron mucho más. Susana ya había tratado de realizar maniobras de primeros auxilios sobre el niño, pero Rocky le dijo que no lo estaba haciendo bien. El pequeño había recibido clases de salud y había memorizado las instrucciones, de modo que pudo indicar a la madre cómo hacerlo correctamente, mientras Ethan le ayudaba. De repente, la guagua comenzó a llorar y a respirar de nuevo. Después lo llevaron al hospital, donde le diagnosticaron que había sufrido un ataque de asfixia, del que se recuperó gracias a los dos heroicos niños.
El bebé había sufrido un ataque de asfixia. Rocky y Ethan guiaron a la madre del bebé para que realizara correctamente las maniobras.
Susana Rohm, una mujer de Georgia, se dio el susto de su vida cuando descubrió que su hijo Isiah de sólo dos meses se quedó como muerto en su cuna. No se movía, estaba pálido y sus extremidades flácidas. Llamó a su compañía de seguros para decir que su hijo estaba sin vida y por la desesperación tiró el celular al suelo y se rompió, de modo que no pudo llamar a emergencias. Salió corriendo a la calle, gritando desesperada y se encontró con dos niños, Rocky Hurt de 9 años y Ethan Wilson, de 10, que se encontraban jugando al fútbol. Susana les pidió que llamasen a sus padres, que alguien avisara a una ambulancia, pero ellos hicieron mucho más. Susana ya había tratado de realizar maniobras de primeros auxilios sobre el niño, pero Rocky le dijo que no lo estaba haciendo bien. El pequeño había recibido clases de salud y había memorizado las instrucciones, de modo que pudo indicar a la madre cómo hacerlo correctamente, mientras Ethan le ayudaba. De repente, la guagua comenzó a llorar y a respirar de nuevo. Después lo llevaron al hospital, donde le diagnosticaron que había sufrido un ataque de asfixia, del que se recuperó gracias a los dos heroicos niños.