15/03/2013 12:11:00
Se crió con dos yorskshires terriers, pero después de dos años la familia debió trasladarlo a un refugio de animales ya que creció mucho.
Tiene dos años y se llama Gilbert. Es un chancho, pero por su comportamiento, cualquiera pensaría que se trata de un perro. Juega, pide comida, acude a las llamadas y recibe las caricias como un auténtico can. La causa fue su convivencia con los dos yorskshires terriers de la familia; creció con ellos y adoptó sus mismas costumbres. Sin embargo, sus dueños no pudieron seguir cuidándolo en su casa y lo trasladaron al refugio animal Wilmslow, situado en Cheshire, donde puede vivir con mayores comodidades.
Se crió con dos yorskshires terriers, pero después de dos años la familia debió trasladarlo a un refugio de animales ya que creció mucho.
Tiene dos años y se llama Gilbert. Es un chancho, pero por su comportamiento, cualquiera pensaría que se trata de un perro. Juega, pide comida, acude a las llamadas y recibe las caricias como un auténtico can. La causa fue su convivencia con los dos yorskshires terriers de la familia; creció con ellos y adoptó sus mismas costumbres. Sin embargo, sus dueños no pudieron seguir cuidándolo en su casa y lo trasladaron al refugio animal Wilmslow, situado en Cheshire, donde puede vivir con mayores comodidades.