13/03/2013 11:52:00
Un estudio de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU) reveló que las personas que duermen menos gastan más energía, pero que lo compensan con un mayor apetito. Además, quienes descansan menos de nueve horas son más propensos a comer tentempiés después de cenar.
Muchos científicos defendían la teoría de que dormir poco engorda, y efectivamente, así lo confirmó un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU), colaborando con la UC Anschutz Medical Campus. Pero no es el hecho de dormir menos lo que provoca engordar, sino que quienes duermen poco sienten más hambre y terminan comiendo de más. Para averiguarlo, eligieron a un grupo de 16 jóvenes saludables, que tuvieron que convivir durante dos semanas en una planta del hospital de la Universidad de Colorado, como si se tratase de un reality show. Durante los primeros días les hicieron dormir a todos nueve horas y después les ofrecieron un menú variado y saludable, además de la posibilidad de acceder a todo tipo de tentempiés. Para averiguar su gasto energético, midieron la cantidad de oxígeno que inhalaban y el dióxido de carbono que exhalaban. A mitad de la prueba dividieron al grupo en dos. Una parte continuó con las pautas iniciales y la otra pasó a dormir tan sólo 5 horas diarias. A los cinco días, los grupos se intercambiaron. Lo que descubrieron fue que los que dormían cinco horas gastaban más de energía que los que dormían nueve horas, pero también tenían más hambre y comían más. Además observaron que tomaban por costumbre comer tentempiés después de cenar, una práctica que lleva a aumentar de peso.
Un estudio de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU) reveló que las personas que duermen menos gastan más energía, pero que lo compensan con un mayor apetito. Además, quienes descansan menos de nueve horas son más propensos a comer tentempiés después de cenar.
Muchos científicos defendían la teoría de que dormir poco engorda, y efectivamente, así lo confirmó un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado Boulder (EE.UU), colaborando con la UC Anschutz Medical Campus. Pero no es el hecho de dormir menos lo que provoca engordar, sino que quienes duermen poco sienten más hambre y terminan comiendo de más. Para averiguarlo, eligieron a un grupo de 16 jóvenes saludables, que tuvieron que convivir durante dos semanas en una planta del hospital de la Universidad de Colorado, como si se tratase de un reality show. Durante los primeros días les hicieron dormir a todos nueve horas y después les ofrecieron un menú variado y saludable, además de la posibilidad de acceder a todo tipo de tentempiés. Para averiguar su gasto energético, midieron la cantidad de oxígeno que inhalaban y el dióxido de carbono que exhalaban. A mitad de la prueba dividieron al grupo en dos. Una parte continuó con las pautas iniciales y la otra pasó a dormir tan sólo 5 horas diarias. A los cinco días, los grupos se intercambiaron. Lo que descubrieron fue que los que dormían cinco horas gastaban más de energía que los que dormían nueve horas, pero también tenían más hambre y comían más. Además observaron que tomaban por costumbre comer tentempiés después de cenar, una práctica que lleva a aumentar de peso.