08/03/2013 18:17:00
El juguete graba voces y las reproduce con una voz chillona. Y eso estaba haciendo mientras su duelo cantaba al volante. El problema fue que un uniformado lo detuvo y el hámster comenzó a imitarlo. Al final, todo era parte de una estrategia de publicidad.
Un joven ruso conducía tranquilamente por las calles de una ciudad, cantando una canción llamada El viento que sopla desde el mar, de la cantante Natalia, un tema muy conocido en Rusia. Pero lo más divertido es que un peluche de un hámster le acompañaba en el viaje, bailando y repitiendo con una graciosa voz todo lo que él decía. Lo mejor llegó cuando un agente de tráfico que se identificó como el capitán Dobrynin, le detuvo para pedirle la documentación, mientras que el hámster se burlaba de él repitiendo sus palabras. El joven no pudo contener la risa y le mostró el peluche al agente. Al parecer el video, que se ha convertido en otro viral con casi seis millones de visitas en cinco días, se trata de un humorístico comercial para publicitar el muñeco parlante, de la firma Chatimals.
El juguete graba voces y las reproduce con una voz chillona. Y eso estaba haciendo mientras su duelo cantaba al volante. El problema fue que un uniformado lo detuvo y el hámster comenzó a imitarlo. Al final, todo era parte de una estrategia de publicidad.
Un joven ruso conducía tranquilamente por las calles de una ciudad, cantando una canción llamada El viento que sopla desde el mar, de la cantante Natalia, un tema muy conocido en Rusia. Pero lo más divertido es que un peluche de un hámster le acompañaba en el viaje, bailando y repitiendo con una graciosa voz todo lo que él decía. Lo mejor llegó cuando un agente de tráfico que se identificó como el capitán Dobrynin, le detuvo para pedirle la documentación, mientras que el hámster se burlaba de él repitiendo sus palabras. El joven no pudo contener la risa y le mostró el peluche al agente. Al parecer el video, que se ha convertido en otro viral con casi seis millones de visitas en cinco días, se trata de un humorístico comercial para publicitar el muñeco parlante, de la firma Chatimals.