11/12/2012 10:56:00
Los niños son inquietos y les encanta el agua. Basta un segundo para que puedan caerse y ahogarse. Para prevenir tragedias, en el mercado existen implementos como rejas, sensores y alarmas, así como también se imparte en Santiago un curso de auto rescate y superviviencia acuática para menores. Sin embargo, un prevencionista en riesgo dijo que los primoridial es la supervisión de un adulto en todo momento.
En Chile, la asfixia por inmersión es una de las principales causas de muerte en los niños de 1 a 4 años de edad. Y es que basta un segundo para que un menor caiga al agua y se ahogue. Para evitar los accidentes, existen una serie de implementos para cercar y cubrir las piscinas, así como también cursos de auto rescate. El prevencionista en riesgo de la Asociación Chilena de Seguridad (Achs), Rafael Videla, aseguró que lo ideal es contar con una reja alta, de 1,5 m de altura mínima y una separación de máximo 12 centímetros entre las barras verticales. Ojalá tenga llave; así estará más asegurada y los niños no podrán entrar. Por ejemplo, una piscina hipotética con 10 metros lineales de reja a 1,20m de altura con chapa para la puerta sale cerca de $300.000 en la empresa Mallas de Protección. Otro de los consejos es enseñar cuanto antes a los niños a nadar. Infant Swim Chile, que está hace tres años en el país, enseña la técnica de auto rescate y supervivencia acuática a bebés desde los 6 meses de edad. Según contó Lorena Sandoval, única Instructora ISR Certificada en Chile para impartir este programa, los bebés de entre 6 y 18 meses aprenden –en 4 y 6 semanas, con clases de 10 minutos de lunes a viernes- una serie de movimientos que le permiten moverse de manera independiente en el agua, salir a flote en una situación de emergencia y esperar en esa posición hasta la llegada de un adulto. En el caso de los niños de 1 a 6 años, la duración del curso es entre 6 y 8 semanas. Uno de los requisitos es responder un registro médico completando una evaluación que dirige Infant Swim USA. Este sale unos $25.000. Esto, sumado a los $50.000 de honorarios para la instructora. Las clases se realizan en La Reina, Chicureo y Providencia. Videla dijo que el comportamiento de las personas en las piscinas es uno de los aspectos importantes esenciales para evitar accidentes. Por eso, recomendó evitar los juegos al interior del agua, como las “bombas de agua” y “chinitas”. Existen también sensores que se le ponen a los niños: si se sumerge sonará y vibrará. Algunos alcanzan una distancia de hasta 50 metros. Por ejemplo, un kit anti ahogos y alejamiento para niños sale $39.900 en Barateli Kids. Sin embargo, a juicio del experto, todos estos elementos son falibles, por eso, nunca se debe dejar solo a un niño cerca de una piscina. “La mejor medida es que los adultos siempre estén pendientes de los niños. Hay que tener controlado todo el perímetro donde ellos están, ya que los chicos son muy inquietos y les fascina el agua”. Otro consejo es que los adultos hagan el curso de primeros auxilios, de modo que tengan conocimientos de reanimación básica de un menor ahogado, enfatizó.
Los niños son inquietos y les encanta el agua. Basta un segundo para que puedan caerse y ahogarse. Para prevenir tragedias, en el mercado existen implementos como rejas, sensores y alarmas, así como también se imparte en Santiago un curso de auto rescate y superviviencia acuática para menores. Sin embargo, un prevencionista en riesgo dijo que los primoridial es la supervisión de un adulto en todo momento.
En Chile, la asfixia por inmersión es una de las principales causas de muerte en los niños de 1 a 4 años de edad. Y es que basta un segundo para que un menor caiga al agua y se ahogue. Para evitar los accidentes, existen una serie de implementos para cercar y cubrir las piscinas, así como también cursos de auto rescate. El prevencionista en riesgo de la Asociación Chilena de Seguridad (Achs), Rafael Videla, aseguró que lo ideal es contar con una reja alta, de 1,5 m de altura mínima y una separación de máximo 12 centímetros entre las barras verticales. Ojalá tenga llave; así estará más asegurada y los niños no podrán entrar. Por ejemplo, una piscina hipotética con 10 metros lineales de reja a 1,20m de altura con chapa para la puerta sale cerca de $300.000 en la empresa Mallas de Protección. Otro de los consejos es enseñar cuanto antes a los niños a nadar. Infant Swim Chile, que está hace tres años en el país, enseña la técnica de auto rescate y supervivencia acuática a bebés desde los 6 meses de edad. Según contó Lorena Sandoval, única Instructora ISR Certificada en Chile para impartir este programa, los bebés de entre 6 y 18 meses aprenden –en 4 y 6 semanas, con clases de 10 minutos de lunes a viernes- una serie de movimientos que le permiten moverse de manera independiente en el agua, salir a flote en una situación de emergencia y esperar en esa posición hasta la llegada de un adulto. En el caso de los niños de 1 a 6 años, la duración del curso es entre 6 y 8 semanas. Uno de los requisitos es responder un registro médico completando una evaluación que dirige Infant Swim USA. Este sale unos $25.000. Esto, sumado a los $50.000 de honorarios para la instructora. Las clases se realizan en La Reina, Chicureo y Providencia. Videla dijo que el comportamiento de las personas en las piscinas es uno de los aspectos importantes esenciales para evitar accidentes. Por eso, recomendó evitar los juegos al interior del agua, como las “bombas de agua” y “chinitas”. Existen también sensores que se le ponen a los niños: si se sumerge sonará y vibrará. Algunos alcanzan una distancia de hasta 50 metros. Por ejemplo, un kit anti ahogos y alejamiento para niños sale $39.900 en Barateli Kids. Sin embargo, a juicio del experto, todos estos elementos son falibles, por eso, nunca se debe dejar solo a un niño cerca de una piscina. “La mejor medida es que los adultos siempre estén pendientes de los niños. Hay que tener controlado todo el perímetro donde ellos están, ya que los chicos son muy inquietos y les fascina el agua”. Otro consejo es que los adultos hagan el curso de primeros auxilios, de modo que tengan conocimientos de reanimación básica de un menor ahogado, enfatizó.