01/03/2013 8:03:00
En su columna en hoyxhoy, dijo que los paneles de farándula fueron desplazados por Twitter, donde revivió el monstruo de la Quinta Vergara,
En su columna en hoyxhoy, dijo que los paneles de farándula fueron desplazados por Twitter, donde revivió el monstruo de la Quinta Vergara. "Así como el investigador Francis Fukuyuma declaró en 1992 "el fin de la historia", este año podemos anunciar con propiedad "el fin de la opinología" en la televisión local. Los otrora paneles de farándula -autodenominados expertos en la vida de los demás- quedaron desplazados por esa red social celeste: Twitter, donde revivió el monstruo de la Quinta Vergara y las miradas críticas y libertarias que ya no se oían. Allá, en el anonimato, se lee el sentir del inconsciente colectivo, algo que ya no ocurre en los set de TV. Pero por si fuera poco, el fin de la opinología bastarda en Chile también es el ocaso de bullying en los medios de comunicación. Un buen ejemplo de ello es el "Caso Bastián Paz", el humorista que con sus evidentes discapacidades se subió a la Quinta Vergara y se fue aclamado por el público, a pesar de montar una rutina horrenda. En Twitter, las críticas al comediante se hicieron escuchar, lo que no ocurrió en la transmisión del Festival. El monstruo está en Twitter, y las opiniones y polémicas e irreverencia también. Hoy existe una animadversión a la gente que opina en televisión, y mejor aún, una molestia hacia la tele-basura. Estamos en presencia de una condena moral que viene desde las redes sociales. El hostigamiento resentido de los opinólogos trasnochados ya no resulta. Se fue abajo. Y hoy, arriba, están esos anónimos que en 140 caracteres dicen lo que todos quieren decir".
En su columna en hoyxhoy, dijo que los paneles de farándula fueron desplazados por Twitter, donde revivió el monstruo de la Quinta Vergara,
En su columna en hoyxhoy, dijo que los paneles de farándula fueron desplazados por Twitter, donde revivió el monstruo de la Quinta Vergara. "Así como el investigador Francis Fukuyuma declaró en 1992 "el fin de la historia", este año podemos anunciar con propiedad "el fin de la opinología" en la televisión local. Los otrora paneles de farándula -autodenominados expertos en la vida de los demás- quedaron desplazados por esa red social celeste: Twitter, donde revivió el monstruo de la Quinta Vergara y las miradas críticas y libertarias que ya no se oían. Allá, en el anonimato, se lee el sentir del inconsciente colectivo, algo que ya no ocurre en los set de TV. Pero por si fuera poco, el fin de la opinología bastarda en Chile también es el ocaso de bullying en los medios de comunicación. Un buen ejemplo de ello es el "Caso Bastián Paz", el humorista que con sus evidentes discapacidades se subió a la Quinta Vergara y se fue aclamado por el público, a pesar de montar una rutina horrenda. En Twitter, las críticas al comediante se hicieron escuchar, lo que no ocurrió en la transmisión del Festival. El monstruo está en Twitter, y las opiniones y polémicas e irreverencia también. Hoy existe una animadversión a la gente que opina en televisión, y mejor aún, una molestia hacia la tele-basura. Estamos en presencia de una condena moral que viene desde las redes sociales. El hostigamiento resentido de los opinólogos trasnochados ya no resulta. Se fue abajo. Y hoy, arriba, están esos anónimos que en 140 caracteres dicen lo que todos quieren decir".