27/02/2013 18:04:00
Mitchell Marcus, que ofició como ayudante técnico de Coronado High School, entró a la cancha tras una instrucción de su entrenador, y encestó el primer balón de su vida, luego de un acto de generosidad del equipo contrario.
Un joven con problemas mentales hizo llorar a los asistentes de un partido de básquetbol en Estados Unidos al encestar su primer balón en arco del equipo contrario. Mitchell Marcus, que ofició como ayudante técnico del equipo de Coronado High School, y que es un fánatico acérrimo de esta disciplina, entró a la cancha tras la instrucción de su entrenador, en un acto de generosidad donde el marcador no fue lo más importante. Pese a que Marcus no pudo encestar, en el tiempo que llevaba en cancha, un jugador del equipo contrario, se dio cuenta de lo que estaba haciendo el equipo de Coronado, y le cedió el balón, permitiendolé anotar el primer balón de su vida en el arco contrario. Tras el emotivo momento, el público asistente se abalanzó a la cancha, entre llanto y alegría, para celebrar y felicitar a Mitchell por la anotación.
Mitchell Marcus, que ofició como ayudante técnico de Coronado High School, entró a la cancha tras una instrucción de su entrenador, y encestó el primer balón de su vida, luego de un acto de generosidad del equipo contrario.
Un joven con problemas mentales hizo llorar a los asistentes de un partido de básquetbol en Estados Unidos al encestar su primer balón en arco del equipo contrario. Mitchell Marcus, que ofició como ayudante técnico del equipo de Coronado High School, y que es un fánatico acérrimo de esta disciplina, entró a la cancha tras la instrucción de su entrenador, en un acto de generosidad donde el marcador no fue lo más importante. Pese a que Marcus no pudo encestar, en el tiempo que llevaba en cancha, un jugador del equipo contrario, se dio cuenta de lo que estaba haciendo el equipo de Coronado, y le cedió el balón, permitiendolé anotar el primer balón de su vida en el arco contrario. Tras el emotivo momento, el público asistente se abalanzó a la cancha, entre llanto y alegría, para celebrar y felicitar a Mitchell por la anotación.