27/02/2013 7:57:00
Esta vez, el polémico personaje lanzó sus dardos contra el concejal viñamarino.
El concejal Celis no es ni la sombra de su hermano Raúl. Cuando el Intendente de Valparaíso es auténtico, mesurado y pensativo, su hermanito es infantil, imprudente y bocón. Porque Andrés habla de más siempre, y en este Festival de Viña quedó demostrado. ¿Qué hace Celis durante el año? Nadie lo sabe. Desde enero hasta diciembre lo vemos en televisión hablando de la Quinta Vergara y no de sus actividades como representante de la comunidad viñamarina. Y claro, Celis es exhibicionista: le gusta dar golpes a la cátedra, pero de temas irrelevantes, y siempre con un aspecto recuerda a Papelucho (con las disculpas pertinentes que merece Papelucho, por supuesto). Andrés no es una persona leal a la alcaldesa, a pesar de pertenecer al mismo conglomerado político. Lo anterior, deja al descubierto al hombre del pelo tieso. Celis es poco solidario e inconsecuente con su trabajo. Era obvio que Pablo Morales le iba a parar los carros por ofender a su esposa; y está bien que lo haga. El concejal por supuesto no lo entiende. Lo de Morales, fue un acto de honor, de hombría, de orgullo; conceptos de los que Celis dista mucho. Por lo pronto, lo condeno a la pena que se dictaba en la Grecia clásica: el ostracismo. Retirarse, callar, tal vez reflexionar. Y le recomiendo tomar una decisión definitiva: hacer política y un buen trabajo o dedicarse a la farándula, donde quizás le puede ir bien. En los programas del mediodía pagan más que en una Municipalidad.
Esta vez, el polémico personaje lanzó sus dardos contra el concejal viñamarino.
El concejal Celis no es ni la sombra de su hermano Raúl. Cuando el Intendente de Valparaíso es auténtico, mesurado y pensativo, su hermanito es infantil, imprudente y bocón. Porque Andrés habla de más siempre, y en este Festival de Viña quedó demostrado. ¿Qué hace Celis durante el año? Nadie lo sabe. Desde enero hasta diciembre lo vemos en televisión hablando de la Quinta Vergara y no de sus actividades como representante de la comunidad viñamarina. Y claro, Celis es exhibicionista: le gusta dar golpes a la cátedra, pero de temas irrelevantes, y siempre con un aspecto recuerda a Papelucho (con las disculpas pertinentes que merece Papelucho, por supuesto). Andrés no es una persona leal a la alcaldesa, a pesar de pertenecer al mismo conglomerado político. Lo anterior, deja al descubierto al hombre del pelo tieso. Celis es poco solidario e inconsecuente con su trabajo. Era obvio que Pablo Morales le iba a parar los carros por ofender a su esposa; y está bien que lo haga. El concejal por supuesto no lo entiende. Lo de Morales, fue un acto de honor, de hombría, de orgullo; conceptos de los que Celis dista mucho. Por lo pronto, lo condeno a la pena que se dictaba en la Grecia clásica: el ostracismo. Retirarse, callar, tal vez reflexionar. Y le recomiendo tomar una decisión definitiva: hacer política y un buen trabajo o dedicarse a la farándula, donde quizás le puede ir bien. En los programas del mediodía pagan más que en una Municipalidad.