23/02/2013 0:45:00
Elisa Lam, una turista canadiense de 21 años, fue hallada tras dos semanas de búsqueda. Residentes se quejaron del mal sabor del agua, lo que llegó a descubrir el cadáver.
Una turista canadiense, identificada como Elisa Lam, fue encontrada en la copa de agua de un hotel, en Los Ángeles, California, tras permanecer dos semanas en el lugar. El cuerpo sólo fue descubierto cuando sus huéspedes se quejaron del extraño sabor del agua del grifo. El misterio que rodea el caso de Elisa Lam aumentó este viernes cuando la oficina forense de la ciudad declaró que los resultados de la autopsia son insuficientes para determinar si se trató de un asesinato. Según informó el diario Los Ángeles Times, los investigadores tendrán que esperar a que concluyan las pruebas toxicológicas, que llevarán entre seis y ocho semanas, para determinar si Lam fue empujada a la cisterna o si fue víctima de un extraño accidente. La Policía local llevaba dos semanas buscando sin éxito a Lam hasta que los residentes del hotel Cecil, donde ella se había alojado, comenzaron a quejarse del sabor extraño del agua. "El agua del grifo sabía horrible", dijo Sabina Baugh, una turista británica que estuvo ocho días en el hotel junto a su esposo Michael, a la cadena CNN. "Tenía un sabor muy raro, como dulce, asqueroso. Muy extraño. Casi no puedo describirlo", añadió. Como los Baugh, el resto de huéspedes del hotel bebieron, se lavaron los dientes y se ducharon con el agua del hotel, hasta que algunas quejas provocaron que el equipo de mantenimiento del edificio subiera al tejado para comprobar el estado de la cisterna, donde encontró el cadáver de Lam. Tras el hallazgo, el Departamento de Salud Pública del condado emitió una orden de prohibición de beber el agua del hotel, que debió cortar el suministro de la misma excepto para los retretes.
Elisa Lam, una turista canadiense de 21 años, fue hallada tras dos semanas de búsqueda. Residentes se quejaron del mal sabor del agua, lo que llegó a descubrir el cadáver.
Una turista canadiense, identificada como Elisa Lam, fue encontrada en la copa de agua de un hotel, en Los Ángeles, California, tras permanecer dos semanas en el lugar. El cuerpo sólo fue descubierto cuando sus huéspedes se quejaron del extraño sabor del agua del grifo. El misterio que rodea el caso de Elisa Lam aumentó este viernes cuando la oficina forense de la ciudad declaró que los resultados de la autopsia son insuficientes para determinar si se trató de un asesinato. Según informó el diario Los Ángeles Times, los investigadores tendrán que esperar a que concluyan las pruebas toxicológicas, que llevarán entre seis y ocho semanas, para determinar si Lam fue empujada a la cisterna o si fue víctima de un extraño accidente. La Policía local llevaba dos semanas buscando sin éxito a Lam hasta que los residentes del hotel Cecil, donde ella se había alojado, comenzaron a quejarse del sabor extraño del agua. "El agua del grifo sabía horrible", dijo Sabina Baugh, una turista británica que estuvo ocho días en el hotel junto a su esposo Michael, a la cadena CNN. "Tenía un sabor muy raro, como dulce, asqueroso. Muy extraño. Casi no puedo describirlo", añadió. Como los Baugh, el resto de huéspedes del hotel bebieron, se lavaron los dientes y se ducharon con el agua del hotel, hasta que algunas quejas provocaron que el equipo de mantenimiento del edificio subiera al tejado para comprobar el estado de la cisterna, donde encontró el cadáver de Lam. Tras el hallazgo, el Departamento de Salud Pública del condado emitió una orden de prohibición de beber el agua del hotel, que debió cortar el suministro de la misma excepto para los retretes.