15/02/2013 16:42:00
Se pasaron la entrevista insultándose, hasta que uno de ellos no lo aguantó más y se lanzó a golpear a su rival. La presentadora quedó atónita mientras se golpeaban.
Los políticos siempre tienen que tratar de salir airosos de las críticas de sus rivales utilizando el razonamiento y la oratoria, pero no fue así la forma en que zanjaron su debate los parlamentarios Sergo Ratiani, del Movimiento Nación Unida y Koba Davitashvili, del Georgian Dream, que fueron invitados a un programa de la televisión de Georgia. Durante la entrevista no pararon de lanzarse ataques, por más que la presentadora trataba de relajar el ambiente. Cada vez subían más el tono y se lanzaban más insultos, hasta que Davitashvili amenazó a Ratiani diciéndole que iba a cortar su cabeza de serpiente. Ahí fue cuando Ratiani no lo soportó más, rompió un vaso en la mesa y se lanzó a golpear a su rival. En medio se encontraba la periodista, que no podía hacer nada por detener la trifulca, así que el personal del programa tuvo que correr a detenerles.
Se pasaron la entrevista insultándose, hasta que uno de ellos no lo aguantó más y se lanzó a golpear a su rival. La presentadora quedó atónita mientras se golpeaban.
Los políticos siempre tienen que tratar de salir airosos de las críticas de sus rivales utilizando el razonamiento y la oratoria, pero no fue así la forma en que zanjaron su debate los parlamentarios Sergo Ratiani, del Movimiento Nación Unida y Koba Davitashvili, del Georgian Dream, que fueron invitados a un programa de la televisión de Georgia. Durante la entrevista no pararon de lanzarse ataques, por más que la presentadora trataba de relajar el ambiente. Cada vez subían más el tono y se lanzaban más insultos, hasta que Davitashvili amenazó a Ratiani diciéndole que iba a cortar su cabeza de serpiente. Ahí fue cuando Ratiani no lo soportó más, rompió un vaso en la mesa y se lanzó a golpear a su rival. En medio se encontraba la periodista, que no podía hacer nada por detener la trifulca, así que el personal del programa tuvo que correr a detenerles.