12/02/2013 17:41:00
La creatividad y la capacidad de localizar cambios en el ambiente aumentan, pero perjudica la memoria y a la atención, afirmaron los científicos de la Universidad de Illinois (EEUU).
Muchas personas beben alcohol cuando salen de fiesta de una forma muy moderada, tan solo para alcanzar un punto muy leve de embriaguez. Al parecer, no es una idea tan descabellada, según descubrieron científicos de la Universidad de Illinois (EEUU). Según experimentaron mediante unas pruebas a sujetos ligeramente ebrios, con un 0'8% de alcohol en sangre, descubrieron que sus resultados eran mejores respecto a quienes no habían bebido nada. La prueba consistía en localizar las variaciones que se daban en dos versiones de una misma película, prácticamente idénticas. Ebrios y sobrios contestaron igual de bien, pero quienes habían bebido lo hicieron más rápido. Otra capacidad que encontraron que mejoraba fue la creatividad, especialmente para resolver conflictos. Sin embargo, las pruebas en las cuales necesitaban el uso de la memoria, como recordar secuencias de formas o letras mientras se les planteaban problemas matemáticos, resultaron mucho más complicadas para quienes habían ingerido alcohol. Lo que les ocurría es que el alcohol les impedía focalizar correctamente su atención.
La creatividad y la capacidad de localizar cambios en el ambiente aumentan, pero perjudica la memoria y a la atención, afirmaron los científicos de la Universidad de Illinois (EEUU).
Muchas personas beben alcohol cuando salen de fiesta de una forma muy moderada, tan solo para alcanzar un punto muy leve de embriaguez. Al parecer, no es una idea tan descabellada, según descubrieron científicos de la Universidad de Illinois (EEUU). Según experimentaron mediante unas pruebas a sujetos ligeramente ebrios, con un 0'8% de alcohol en sangre, descubrieron que sus resultados eran mejores respecto a quienes no habían bebido nada. La prueba consistía en localizar las variaciones que se daban en dos versiones de una misma película, prácticamente idénticas. Ebrios y sobrios contestaron igual de bien, pero quienes habían bebido lo hicieron más rápido. Otra capacidad que encontraron que mejoraba fue la creatividad, especialmente para resolver conflictos. Sin embargo, las pruebas en las cuales necesitaban el uso de la memoria, como recordar secuencias de formas o letras mientras se les planteaban problemas matemáticos, resultaron mucho más complicadas para quienes habían ingerido alcohol. Lo que les ocurría es que el alcohol les impedía focalizar correctamente su atención.