05/12/2012 15:38:00
Es común que se busque madres sustitutas para animales de la misma especie, por lo que este tipo de hechos resultan atípicos.
Parece que las hembras de algunos animales tienen sus instintos maternales muy desarrollados, tanto que son capaces de acoger en su camada cachorros que ni son suyos ni pertenecen a su misma especie. En esta ocasión fue una gata naranja de Rusia llamada Sonya, que adoptó como suyos a cuatro pequeños erizos recién nacidos. Buscar una madre sustituta para unos animalitos huérfanos es una práctica muy común en criaderos, porque resulta mucho más beneficioso que tome leche materna que biberón, pero tan solo cuando se trata de la misma especie. Hechos como este son muy atípicos. Los casos más insólitos se dieron con una tigresa de Tailandia, que crió a un grupo de cerditos como si fuesen suyos; el hipopótamo Owen, que después del tsunami que asoló Kenia, se unió a una tortuga como si fuese su madre y una perra que adoptó tres cachorros de tigre en Rusia.
Es común que se busque madres sustitutas para animales de la misma especie, por lo que este tipo de hechos resultan atípicos.
Parece que las hembras de algunos animales tienen sus instintos maternales muy desarrollados, tanto que son capaces de acoger en su camada cachorros que ni son suyos ni pertenecen a su misma especie. En esta ocasión fue una gata naranja de Rusia llamada Sonya, que adoptó como suyos a cuatro pequeños erizos recién nacidos. Buscar una madre sustituta para unos animalitos huérfanos es una práctica muy común en criaderos, porque resulta mucho más beneficioso que tome leche materna que biberón, pero tan solo cuando se trata de la misma especie. Hechos como este son muy atípicos. Los casos más insólitos se dieron con una tigresa de Tailandia, que crió a un grupo de cerditos como si fuesen suyos; el hipopótamo Owen, que después del tsunami que asoló Kenia, se unió a una tortuga como si fuese su madre y una perra que adoptó tres cachorros de tigre en Rusia.