25/01/2013 14:29:00
Tener sólo una pareja es una característica muy poco frecuente entre los mamíferos. Un estudio en los monos búho de Argentina reveló que los que lo practican se reproducen más y criaban mejor a sus crías.
![Foto Nota]()
Ser monógamo y formar parejas estables es algo muy poco frecuente entre los mamíferos. Lo hacen los seres humanos y también los monos búho en la región del Chaco (Argentina), que fueron el objeto de estudio de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). Observándolos descubrieron que los que formaban parejas estables y eran fieles, se reproducían más que los promiscuos. Si se reproducen más, generan más descendencia, de modo que es un hecho beneficioso para la especie. Comprender este fenómeno entre los monos búho podría ser la clave para comprender por qué las relaciones entre seres humanos evolucionaron como lo hicieron. Después de contemplar durante 16 años el comportamiento de estos animales, observaron que cuando tenían lugar reemplazos de pareja, disminuía la creación de descendencia. Además lo que les sucedía a los machos es que cuando eran fieles estaban convencidos de su paternidad, así que invertían más esfuerzo en cuidar a las crías. Su conclusión final es que en los seres humanos se produce un fenómeno similar, y por ello en la biología humana está intrincada la necesidad de establecer vínculos emocionales duraderos.
Tener sólo una pareja es una característica muy poco frecuente entre los mamíferos. Un estudio en los monos búho de Argentina reveló que los que lo practican se reproducen más y criaban mejor a sus crías.
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Ser monógamo y formar parejas estables es algo muy poco frecuente entre los mamíferos. Lo hacen los seres humanos y también los monos búho en la región del Chaco (Argentina), que fueron el objeto de estudio de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). Observándolos descubrieron que los que formaban parejas estables y eran fieles, se reproducían más que los promiscuos. Si se reproducen más, generan más descendencia, de modo que es un hecho beneficioso para la especie. Comprender este fenómeno entre los monos búho podría ser la clave para comprender por qué las relaciones entre seres humanos evolucionaron como lo hicieron. Después de contemplar durante 16 años el comportamiento de estos animales, observaron que cuando tenían lugar reemplazos de pareja, disminuía la creación de descendencia. Además lo que les sucedía a los machos es que cuando eran fieles estaban convencidos de su paternidad, así que invertían más esfuerzo en cuidar a las crías. Su conclusión final es que en los seres humanos se produce un fenómeno similar, y por ello en la biología humana está intrincada la necesidad de establecer vínculos emocionales duraderos.