21/01/2013 16:30:00
La razón es que cuanta más variedad de sabores existe en un plato, más cantidad se come, porque el centro del apetito, situado en el hipotálamo, se sobreestimula e incita a consumir el doble.
Muchas personas, las más golosas, bromean diciendo que cuando comen, por mucho que se llenen siempre tienen hueco para el postre, como si existiese un estómago especialmente destinado para ese plato. En verdad, existe una explicación científica para ese fenómeno, según el Rudd Food Center for Food Policy &Obesity, de la universidad de Yale. La razón es que cuanta más variedad de sabores existe en un plato, más cantidad se come, porque el centro del apetito, situado en el hipotálamo, se sobreestimula e incita a consumir el doble. Es como si el cuerpo no quisiese perderse ni uno solo de los distintos sabores que ofrece la comida. Por esta razón, el director de dicha institución, David Katz, propuso una dieta que ayude a ingerir menos calorías, basándose en limitar los ingredientes de las comidas, organizando las comidas en platos temáticos. Por ejemplo, un día entero se dedica a la piña y se convierte en el ingrediente principal, complementándose tan solo con pollo en la comida y con gambas en la cena.
La razón es que cuanta más variedad de sabores existe en un plato, más cantidad se come, porque el centro del apetito, situado en el hipotálamo, se sobreestimula e incita a consumir el doble.
Muchas personas, las más golosas, bromean diciendo que cuando comen, por mucho que se llenen siempre tienen hueco para el postre, como si existiese un estómago especialmente destinado para ese plato. En verdad, existe una explicación científica para ese fenómeno, según el Rudd Food Center for Food Policy &Obesity, de la universidad de Yale. La razón es que cuanta más variedad de sabores existe en un plato, más cantidad se come, porque el centro del apetito, situado en el hipotálamo, se sobreestimula e incita a consumir el doble. Es como si el cuerpo no quisiese perderse ni uno solo de los distintos sabores que ofrece la comida. Por esta razón, el director de dicha institución, David Katz, propuso una dieta que ayude a ingerir menos calorías, basándose en limitar los ingredientes de las comidas, organizando las comidas en platos temáticos. Por ejemplo, un día entero se dedica a la piña y se convierte en el ingrediente principal, complementándose tan solo con pollo en la comida y con gambas en la cena.