18/01/2013 13:30:00
El intérprete de Yerko Puchento señaló que su personaje responde “a un criterio y una línea editorial”, insistiendo en que no existió el ánimo de ofender a nadie. “Creo que la crueldad es el límite del humor, me imagino, soy actor y no puedo ser arte y parte, pero uno saca lecciones de todo esto”, dijo.
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Por primera vez desde que se desató la polémica, Daniel Alcaíno contestó a las preguntas de los programas faranduleros sobre la rutina de Yerko Puchento que fue tildada como “homofóbica y racista” por el periodista Andrés Caniulef. El actor pidió que el caso sea analizado en el “contexto humorístico” en que se dio, asegurando que su personaje responde “a un criterio y una línea editorial” que no sólo dependen de él, dado que sus intervenciones son previamente revisadas por el editor periodístico de Vértigo, y luego por el encargado de contenidos de Canal 13. “Creo que la crueldad es el límite del humor, me imagino, soy actor y no puedo ser arte y parte, pero uno saca lecciones de todo esto, que hay temas más o menos molestos, y uno aprende y tiene más cuidado”, dijo al programa SQP. Además, insistió en que no hubo ánimo de menoscabar a nadie, pero reconociendo que en su oficio “uno siempre puede cometer errores”. “No me reí para nada de la gente mapuche, es solamente un juego de palabras, son las interpretaciones las que se prestan, o las simpatías con uno y con el personaje, y por mis posturas políticas también el tema se exacerba, pero eso ya es morbo”, agregó.
El intérprete de Yerko Puchento señaló que su personaje responde “a un criterio y una línea editorial”, insistiendo en que no existió el ánimo de ofender a nadie. “Creo que la crueldad es el límite del humor, me imagino, soy actor y no puedo ser arte y parte, pero uno saca lecciones de todo esto”, dijo.

Por primera vez desde que se desató la polémica, Daniel Alcaíno contestó a las preguntas de los programas faranduleros sobre la rutina de Yerko Puchento que fue tildada como “homofóbica y racista” por el periodista Andrés Caniulef. El actor pidió que el caso sea analizado en el “contexto humorístico” en que se dio, asegurando que su personaje responde “a un criterio y una línea editorial” que no sólo dependen de él, dado que sus intervenciones son previamente revisadas por el editor periodístico de Vértigo, y luego por el encargado de contenidos de Canal 13. “Creo que la crueldad es el límite del humor, me imagino, soy actor y no puedo ser arte y parte, pero uno saca lecciones de todo esto, que hay temas más o menos molestos, y uno aprende y tiene más cuidado”, dijo al programa SQP. Además, insistió en que no hubo ánimo de menoscabar a nadie, pero reconociendo que en su oficio “uno siempre puede cometer errores”. “No me reí para nada de la gente mapuche, es solamente un juego de palabras, son las interpretaciones las que se prestan, o las simpatías con uno y con el personaje, y por mis posturas políticas también el tema se exacerba, pero eso ya es morbo”, agregó.