09/01/2013 20:56:00
Los obispos, liderados por monseñor Ricardo Ezzati, expresaron su "honda preocupación" por el conflicto que se vive en la Novena Región. En la declaración que entregaron aseguran que las "justas demandas" de las comunidades indígenas "exigen reparar siglos de marginación e injusticia".
Los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, manifestaron su "honda preocupación" por el conflicto que se vive en La Araucanía y resaltaron la importancia de avanzar hacia pasos concretos para erradicar la violencia en la zona. "La situación que vivimos en La Araucanía nos causa honda preocupación. Nos conmueve la tragedia que impacta el comienzo de este nuevo año, y también nos inquieta la prolongada situación de los pueblos originarios", manifestaron los obispos en una declaración. En el texto aseguran que las "justas demandas" de las comunidades indígenas "exigen reparar siglos de marginación e injusticia", rescatando una frase de la Carta Pastoral Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile. Además los obispos afirmaron que confían en "que las autoridades, los dirigentes de la sociedad y representantes de las comunidades, sabrán encauzar estos anhelos, acogiendo los aportes de todos, actuando con ponderación y cordura, ayudando a las mejores decisiones y privilegiando siempre el respeto y el diálogo como vía de resolución de conflictos". "Las dos nuevas víctimas que arrebata la violencia vienen a aumentar un fatídico saldo de muerte en los últimos años. La Araucanía no merece más muerte ni atropellos. En nada ayuda estigmatizar a grupos humanos ni militarizar la región. Es necesario avanzar hacia pasos concretos para erradicar la violencia con profundo respeto a la vida humana y la dignidad de las personas, sus comunidades y con pleno reconocimiento a su propia cultura", señala la declaración. El documento fue firmado por Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, Alejandro Goic, obispo de Rancagua, Horacio Valenzuela, obispo de Talca, Pablo Lizama, arzobispo de Antofagasta y administrador apostólico de Iquique, e Ignacio Ducasse, obispo de Valdivia.
Los obispos, liderados por monseñor Ricardo Ezzati, expresaron su "honda preocupación" por el conflicto que se vive en la Novena Región. En la declaración que entregaron aseguran que las "justas demandas" de las comunidades indígenas "exigen reparar siglos de marginación e injusticia".
Los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, manifestaron su "honda preocupación" por el conflicto que se vive en La Araucanía y resaltaron la importancia de avanzar hacia pasos concretos para erradicar la violencia en la zona. "La situación que vivimos en La Araucanía nos causa honda preocupación. Nos conmueve la tragedia que impacta el comienzo de este nuevo año, y también nos inquieta la prolongada situación de los pueblos originarios", manifestaron los obispos en una declaración. En el texto aseguran que las "justas demandas" de las comunidades indígenas "exigen reparar siglos de marginación e injusticia", rescatando una frase de la Carta Pastoral Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile. Además los obispos afirmaron que confían en "que las autoridades, los dirigentes de la sociedad y representantes de las comunidades, sabrán encauzar estos anhelos, acogiendo los aportes de todos, actuando con ponderación y cordura, ayudando a las mejores decisiones y privilegiando siempre el respeto y el diálogo como vía de resolución de conflictos". "Las dos nuevas víctimas que arrebata la violencia vienen a aumentar un fatídico saldo de muerte en los últimos años. La Araucanía no merece más muerte ni atropellos. En nada ayuda estigmatizar a grupos humanos ni militarizar la región. Es necesario avanzar hacia pasos concretos para erradicar la violencia con profundo respeto a la vida humana y la dignidad de las personas, sus comunidades y con pleno reconocimiento a su propia cultura", señala la declaración. El documento fue firmado por Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, Alejandro Goic, obispo de Rancagua, Horacio Valenzuela, obispo de Talca, Pablo Lizama, arzobispo de Antofagasta y administrador apostólico de Iquique, e Ignacio Ducasse, obispo de Valdivia.