07/01/2013 17:24:00
La investigación de científicos de la Universidad de Princeton comparó la vellosidad entre los elefantes asiáticos y los africanos.
Siempre se pensó que los mamíferos evolucionaron con pelo para protegerse de las temperaturas más frías que se daban en las épocas prehistóricas, pero según una reciente investigación de científicos de la Universidad de Princeton publicada en la revista Plos ONE, algunos casos demuestran lo contrario: su función era refrescar la piel de los animales en las regiones más cálidas. Para averiguarlo, estudiaron el efecto de las distintas densidades de vello en la piel de los elefantes asiáticos y los africanos sobre la regulación de la temperatura corporal y descubrieron que cuando la densidad de vello era más alta sí que se producía ese efecto de aislamiento del frío, pero cuando el vello de distribuye de una forma menos abundante, ayuda a liberar el calor en lugar de retenerlo. Eligieron a los elefantes precisamente porque son el mamífero terrestre más grande que vive en entornos cálidos, de modo que son el mejor ejemplo para descubrir cómo actúa la presencia de vello sobre la termorregulación.
La investigación de científicos de la Universidad de Princeton comparó la vellosidad entre los elefantes asiáticos y los africanos.
Siempre se pensó que los mamíferos evolucionaron con pelo para protegerse de las temperaturas más frías que se daban en las épocas prehistóricas, pero según una reciente investigación de científicos de la Universidad de Princeton publicada en la revista Plos ONE, algunos casos demuestran lo contrario: su función era refrescar la piel de los animales en las regiones más cálidas. Para averiguarlo, estudiaron el efecto de las distintas densidades de vello en la piel de los elefantes asiáticos y los africanos sobre la regulación de la temperatura corporal y descubrieron que cuando la densidad de vello era más alta sí que se producía ese efecto de aislamiento del frío, pero cuando el vello de distribuye de una forma menos abundante, ayuda a liberar el calor en lugar de retenerlo. Eligieron a los elefantes precisamente porque son el mamífero terrestre más grande que vive en entornos cálidos, de modo que son el mejor ejemplo para descubrir cómo actúa la presencia de vello sobre la termorregulación.