05/01/2013 9:18:00
Según The New York Times, el deportista estaría pensando en confesar que usó sustancias prohibidas para poder seguir compitiendo en pruebas de triatlón.
Lance Armstrong estaría pensando en admitir publicamente que se dopó durante su etapa ciclista para poder así retomar su carrera como triatleta, aseguró hoy el diario "The New York Times" (NYT). El estadounidense, sancionado de por vida para toda competición de deporte olímpico y desposeído de sus siete triunfos en el Tour de France, "dijo a socios y autoridades antidoping que está considerando admitir públicamente que usó sustancias para aumentar su rendimiento y transfusiones de sangre durante su carrera ciclista", asegura el medio. "Lo haría porque quiere persuadir a las autoridades antidoping para que restauren su elegibilidad y pueda reanudar su carrera deportiva", agrega el diario. Armstrong ha negado siempre las prácticas prohibidas por las que la USADA (Agencia Antidoping de Estados Unidos) le sancionó de por vida en octubre pese a no haber dado nunca positivo en un control. El ente se basó en testimonios de testigos, correos electrónicos, balances de cuentas bancarias y análisis de laboratorio. Armstrong renunció a defenderse pese a que la USADA lo consideró el eje del "programa de doping más sofisticado, profesionalizado y exitoso que se haya visto jamás en el deporte". "NYT" consultó a Tim Herman, abogado de Armstrong: "No sé nada de eso. Supongo que todo es posible, seguro. En este momento, no está sobre la mesa". A partir de octubre, el ex ciclista de 41 años perdió su reputación, sus siete Tours, sus principales patrocinadores y abandonó la presidencia de su fundación de ayuda contra el cáncer (Livestrong). Según "NYT", Armstrong ha estado discutiendo el asunto de la confesión con autoridades de la USADA, entre ellos Travis Tygart, jefe ejecutivo del ente, para "mitigar la sanción de por vida". Armstrong también busca reunirse con David Howman, director general de la AMA (Agencia Mundial Antidoping), según la fuente anónima de "NYT". Herman, sin embargo, negó que Armstrong haya hablado con Tygart. Bajo la actual sanción, Armstrong no puede participar en pruebas de triatón ni atléticas realizadas por organizaciones adheridas al Código Mundial Antidoping de la AMA. Una confesión y dar detalles de cómo se dopaba podrían reducir el castigo, según el mismo código. Ahora se enfrenta a acusaciones de fraude al gobierno por sus prácticas prohibidas en el equipo United States Postal, que por contrato prohibía expresamente el doping. La atleta Marion Jones, cinco veces campeona olímpica en los Juegos de Sydney 2000, negó siempre el doping hasta que confesó en 2007. Pasó seis meses en la cárcel por perjurio al haber mentido a las autoridades federales, algo con lo que podría enfrentarse también el ex ciclista. El Departamento de Justicia podría unirse también a la causa presentada contra Armstrong por su ex compañero Floyd Landis, privado del triunfo en el Tour de 2006 por doping. Armstrong además encara otras dos causas civiles: una aseguradora le pide que devuelva el dinero que recibió en bonus por ganar sus Tours y el dominical británico "The Sunday Times" le reclama el medio millón de dólares que le pagó tras una denuncia por injurias. "No tiene ningún problema con el doping. Su proceso mental no es el mismo que el de aquellos que han salido a la luz y lo han admitido. No es consciente. No se arrepiente", dijo recientemente Greg LeMond, campeón de tres Tours, compatriota y enemigo íntimo de Armstrong y promovido por muchos como futuro presidente de la UCI (Unión Ciclista Internacional) para regenerar el deporte.
Según The New York Times, el deportista estaría pensando en confesar que usó sustancias prohibidas para poder seguir compitiendo en pruebas de triatlón.
Lance Armstrong estaría pensando en admitir publicamente que se dopó durante su etapa ciclista para poder así retomar su carrera como triatleta, aseguró hoy el diario "The New York Times" (NYT). El estadounidense, sancionado de por vida para toda competición de deporte olímpico y desposeído de sus siete triunfos en el Tour de France, "dijo a socios y autoridades antidoping que está considerando admitir públicamente que usó sustancias para aumentar su rendimiento y transfusiones de sangre durante su carrera ciclista", asegura el medio. "Lo haría porque quiere persuadir a las autoridades antidoping para que restauren su elegibilidad y pueda reanudar su carrera deportiva", agrega el diario. Armstrong ha negado siempre las prácticas prohibidas por las que la USADA (Agencia Antidoping de Estados Unidos) le sancionó de por vida en octubre pese a no haber dado nunca positivo en un control. El ente se basó en testimonios de testigos, correos electrónicos, balances de cuentas bancarias y análisis de laboratorio. Armstrong renunció a defenderse pese a que la USADA lo consideró el eje del "programa de doping más sofisticado, profesionalizado y exitoso que se haya visto jamás en el deporte". "NYT" consultó a Tim Herman, abogado de Armstrong: "No sé nada de eso. Supongo que todo es posible, seguro. En este momento, no está sobre la mesa". A partir de octubre, el ex ciclista de 41 años perdió su reputación, sus siete Tours, sus principales patrocinadores y abandonó la presidencia de su fundación de ayuda contra el cáncer (Livestrong). Según "NYT", Armstrong ha estado discutiendo el asunto de la confesión con autoridades de la USADA, entre ellos Travis Tygart, jefe ejecutivo del ente, para "mitigar la sanción de por vida". Armstrong también busca reunirse con David Howman, director general de la AMA (Agencia Mundial Antidoping), según la fuente anónima de "NYT". Herman, sin embargo, negó que Armstrong haya hablado con Tygart. Bajo la actual sanción, Armstrong no puede participar en pruebas de triatón ni atléticas realizadas por organizaciones adheridas al Código Mundial Antidoping de la AMA. Una confesión y dar detalles de cómo se dopaba podrían reducir el castigo, según el mismo código. Ahora se enfrenta a acusaciones de fraude al gobierno por sus prácticas prohibidas en el equipo United States Postal, que por contrato prohibía expresamente el doping. La atleta Marion Jones, cinco veces campeona olímpica en los Juegos de Sydney 2000, negó siempre el doping hasta que confesó en 2007. Pasó seis meses en la cárcel por perjurio al haber mentido a las autoridades federales, algo con lo que podría enfrentarse también el ex ciclista. El Departamento de Justicia podría unirse también a la causa presentada contra Armstrong por su ex compañero Floyd Landis, privado del triunfo en el Tour de 2006 por doping. Armstrong además encara otras dos causas civiles: una aseguradora le pide que devuelva el dinero que recibió en bonus por ganar sus Tours y el dominical británico "The Sunday Times" le reclama el medio millón de dólares que le pagó tras una denuncia por injurias. "No tiene ningún problema con el doping. Su proceso mental no es el mismo que el de aquellos que han salido a la luz y lo han admitido. No es consciente. No se arrepiente", dijo recientemente Greg LeMond, campeón de tres Tours, compatriota y enemigo íntimo de Armstrong y promovido por muchos como futuro presidente de la UCI (Unión Ciclista Internacional) para regenerar el deporte.