31/12/2012 13:11:00
La última noche del año se celebra con fuegos artificiales, algo que a las personas les encanta, pero a sus mascotas no tanto. Si se quiere evitar que sufran, es mejor tomar ciertas precauciones.
Los gatos y la mayoría de mascotas tienen los oídos mucho más sensibles que los humanos, de modo que, cuando escuchan un sonido fuerte, se ponen en un estado de alerta que en ocasiones llega al extremo. Su miedo puede ser incontrolable y actúan huyendo lo más rápido posible. Así puede suceder que se golpeen, se caigan o tiren objetos de la casa. En una situación como puede ser la explosión de fuegos artificiales, hay que dejar al animal en un lugar de la casa donde pueda esconderse y tenga comida y agua cerca. Se puede encender la radio, el televisor o poner música, para que el ruido se camufle y el animal se sienta más seguro. Si se esconde, no hay que obligarle a salir, y, ante todo, hay que actuar con normalidad, para que entienda que el sonido no es amenazador. Aunque no a todos les sucede, algunas mascotas se quedan tan tranquilas con los fuegos artificiales, pero más vale ser previsores.
La última noche del año se celebra con fuegos artificiales, algo que a las personas les encanta, pero a sus mascotas no tanto. Si se quiere evitar que sufran, es mejor tomar ciertas precauciones.
Los gatos y la mayoría de mascotas tienen los oídos mucho más sensibles que los humanos, de modo que, cuando escuchan un sonido fuerte, se ponen en un estado de alerta que en ocasiones llega al extremo. Su miedo puede ser incontrolable y actúan huyendo lo más rápido posible. Así puede suceder que se golpeen, se caigan o tiren objetos de la casa. En una situación como puede ser la explosión de fuegos artificiales, hay que dejar al animal en un lugar de la casa donde pueda esconderse y tenga comida y agua cerca. Se puede encender la radio, el televisor o poner música, para que el ruido se camufle y el animal se sienta más seguro. Si se esconde, no hay que obligarle a salir, y, ante todo, hay que actuar con normalidad, para que entienda que el sonido no es amenazador. Aunque no a todos les sucede, algunas mascotas se quedan tan tranquilas con los fuegos artificiales, pero más vale ser previsores.