28/12/2012 10:15:00
Para conseguir mayores beneficios, se aprovechó de su habilidad, el ingenio y la creatividad para ofrecer esos dulces en la playa de Sochi.
En Rusia, un joven que vende algodón de azúcar sorprende a sus clientes realizando un verdadero espectáculo. Para conseguir mayores beneficios, se aprovechó de su habilidad, el ingenio y la creatividad y, al ritmo de Michael Jackson, vende esos dulces en la playa de Sochi. En medio del show, aprovecha de regalar pedazos de algodón de azúcar a los niños que admiran su baile y arte. Pero no es el único al que se le ocurrió innovar. En Chongqing, China, otro vendedor prepara los algodones con formas de flores, especialmente dedicados a las mujeres.
Para conseguir mayores beneficios, se aprovechó de su habilidad, el ingenio y la creatividad para ofrecer esos dulces en la playa de Sochi.
En Rusia, un joven que vende algodón de azúcar sorprende a sus clientes realizando un verdadero espectáculo. Para conseguir mayores beneficios, se aprovechó de su habilidad, el ingenio y la creatividad y, al ritmo de Michael Jackson, vende esos dulces en la playa de Sochi. En medio del show, aprovecha de regalar pedazos de algodón de azúcar a los niños que admiran su baile y arte. Pero no es el único al que se le ocurrió innovar. En Chongqing, China, otro vendedor prepara los algodones con formas de flores, especialmente dedicados a las mujeres.