16/04/2014 18:30:31
Uno de los hijos del actor Andrés Rillón (“Don Pio”) fue uno de los afectados que logró encontrar a su hija después de 21 años.
Este martes declaró uno de los padres de una de las guaguas que fue dada por muerta, siendo que había nacido sin problemas y dada en adopción en forma irregular por el cura Gerardo Joannon durante las décadas de los ’70 y ’80.
Se trata de Andrés Rillón, hijo del reconocido actor y comediante del mismo nombre más conocido como “Don Pio”, quien entregó su testimonio por más de dos horas en el marco de
la investigación del canonista salesiano David Albornoz, según informó
La Segunda.
Luego que
Joannon reconociera públicamente en un reportaje de Ciper su participación en la red ilegal de adopciones, la Congregación de los Sagrados Corazones (SS.CC.) de la cual es parte, decidió
suspenderlo de sus servicios parroquiales mientras dure la investigación.
Joannon se contactaba con médicos y las familias cuando las jóvenes quedaban embarazadas. En algunos casos las muchachas entregaban voluntariamente a sus recién nacidos, pero cuando querían conservarlas se les engañaba, con el consentimiento de sus padres, y se les decía que sus bebés habían nacido muertos. Este último es el caso de Rillón.
El 1 de febrero de 1983, la entonces polola de Andrés Rillón (quien tenía 23 años) dio a luz en la Clínica Santa María. Al joven sólo le informaron que la guagua había muerto.
María Luisa Rillón relató que su hermano Andrés “sabía que no era verdad y lo buscó por todas partes. El papá de su ex polola nunca le entregó el certificado de defunción, después por las enfermeras supo que había nacido y que era niñita. Habló con el doctor Gustavo Monckeberg (ya fallecido) y él estaba furioso, porque también lo habían engañado, diciéndole que el padre de la niña era un loco".
Pese a la información, la niña desapareció sin saber si seguía con vida. "En toda esta historia, durante años, hemos estado juntos como familia. Durante la búsqueda, durante la pesadilla que pasó, los días después de que hicieron desaparecer a la guagua. Fue un período muy doloroso de ver a mi hermano mayor sufriendo y cuando ya no había nada que hacer una tía se lo llevó a Italia, para sacarle un poco de esto, porque era un sufrimiento espantoso", agregó.
Recién el 2004 Andrés logró reunirse con su hija, después de investigaciones de detectives privados, pistas falsas y muchas desilusiones. Tras saber a los 12 años que era adoptada, la niña también inició la búsqueda de sus padres biológicos. Un sacerdote conocido de la familia adoptiva, Gustavo Ferrari, fue el artífice del reencuentro. Un examen de ADN confirmó todo.