02/04/2014 18:19:18
Gareth Bale, Isco y Cristiano Ronaldo le anotaron a los alemanes que no contaron con su máxima figura, Robert Lewandowski, que está sancionado.
El Real Madrid dio hoy un paso gigantesco hacia las semifinales de la Liga de Campeones al golear 3-0 al Borussia Dortmund en el Santiago Bernabéu. Gareth Bale, Isco y Cristiano Ronaldo confirmaron la superioridad de los blancos sobre un rival tan valiente en ataque como temerario en defensa. El Real Madrid cumplió así la primera parte de su venganza ante el rival que lo eliminó la pasada temporada en semifinales. Lo primero que ocurrió en la primera cita de la eliminatoria de cuartos de final fue un gol del Real Madrid. El equipo blanco encontró una autopista por la banda derecha, Benzema combinó con Carvajal, éste cedió a Bale y el galés marcó desde cerca. Justo lo que el equipo blanco necesitaba para templar unos nervios enredados en los últimos tiempos. Con este tanto en el bolsillo, el Real Madrid desencadenó un vendaval durante un cuarto de hora aprovechando la cándida defensa alemana. Fue acumulando suficientes llegadas y remates como para engordar la cuenta y sólo el arquero Roman Weidenfeller dio a su equipo refugio contra la tormenta. El Real Madrid recordaba viejos preceptos que parecían olvidados, como la presión arriba, el juego entre líneas o la paciencia. Pero no le duró. El Borussia Dortmund, aun con un buen número de bajas, no pierde la valentía ni sus ganas de dominar los encuentros. Y durante un buen tramo de la primera mitad se adueñó del balón. Sin embargo, el equipo alemán regala ahora mucho en defensa. Tras una pérdida de balón cerca de su frontal, Isco levantó la vista y colocó el balón junto al palo derecho de Weidenfeller para aumentar la renta local. El joven centrocampista fue la sorpresa en la alineación del Real Madrid. Angel Di María se había caído del equipo por una gastroenteritis y cuando todo apuntaba a la entrada de Asier Illarramendi, Carlo Ancelotti apostó por Isco. Una decisión afortunada del técnico local no sólo por el gol, sino porque el futbolista andaluz puso criterio y calidad en la medular de los locales. El Dortmund, en cambio, extrañó demasiado al sancionado Robert Lewandowski. La primera llegada peligrosa del conjunto alemán no llegó hasta los 33 minutos, cuando Grosskreutz se atrevió con un disparo no demasiado peligroso para Iker Casillas. Para entonces, el juego del Real Madrid había vuelto a caer y saludó el intermedio con agrado. La segunda mitad volvió a confirmar la bravura del Dortmund. Con bajas o sin ellas no da pasos atrás, aunque bien es cierto que el resultado lo obligaba. Lo que sucede es que pocos equipos hay como el Real Madrid que castiguen tanto los errores, y el Dortmund cometió varios de gravedad. Como el del minuto 57. El conjunto alemán volvió a perder otro balón fatídico en la frontal del área, Modric robó y el croata asistió para que Cristiano Ronaldo marcara entre el clamor de la fanaticada. Fue el decimocuarto tanto del portugués en esta edición de la Liga de Campeones, igualando un récord histórico. El tanto permitió tomar aire a los blancos, que optaron por jugar al contraataque ante los grandes riesgos asumidos por un Dortmund que se veía fuera de la Liga de Campeones anticipadamente. A los 80 minutos se marchó Cristiano Ronaldo del campo. Estaba exhausto y con alguna molestia física. El Santiago Bernabéu, que el sábado lo silbó en un par de jugadas, se puso en pie para aclamar al portugués en algo parecido a una reconciliación. Para entonces al Real Madrid no le interesaba otra cosa que defender tan provechoso marcador. Lo aguantó hasta el final, con Pepe como puntal, y celebró la clausura del duelo con los brazos en alto. Se sentía equipo de semifinales de Liga de Campeones.
Gareth Bale, Isco y Cristiano Ronaldo le anotaron a los alemanes que no contaron con su máxima figura, Robert Lewandowski, que está sancionado.
El Real Madrid dio hoy un paso gigantesco hacia las semifinales de la Liga de Campeones al golear 3-0 al Borussia Dortmund en el Santiago Bernabéu. Gareth Bale, Isco y Cristiano Ronaldo confirmaron la superioridad de los blancos sobre un rival tan valiente en ataque como temerario en defensa. El Real Madrid cumplió así la primera parte de su venganza ante el rival que lo eliminó la pasada temporada en semifinales. Lo primero que ocurrió en la primera cita de la eliminatoria de cuartos de final fue un gol del Real Madrid. El equipo blanco encontró una autopista por la banda derecha, Benzema combinó con Carvajal, éste cedió a Bale y el galés marcó desde cerca. Justo lo que el equipo blanco necesitaba para templar unos nervios enredados en los últimos tiempos. Con este tanto en el bolsillo, el Real Madrid desencadenó un vendaval durante un cuarto de hora aprovechando la cándida defensa alemana. Fue acumulando suficientes llegadas y remates como para engordar la cuenta y sólo el arquero Roman Weidenfeller dio a su equipo refugio contra la tormenta. El Real Madrid recordaba viejos preceptos que parecían olvidados, como la presión arriba, el juego entre líneas o la paciencia. Pero no le duró. El Borussia Dortmund, aun con un buen número de bajas, no pierde la valentía ni sus ganas de dominar los encuentros. Y durante un buen tramo de la primera mitad se adueñó del balón. Sin embargo, el equipo alemán regala ahora mucho en defensa. Tras una pérdida de balón cerca de su frontal, Isco levantó la vista y colocó el balón junto al palo derecho de Weidenfeller para aumentar la renta local. El joven centrocampista fue la sorpresa en la alineación del Real Madrid. Angel Di María se había caído del equipo por una gastroenteritis y cuando todo apuntaba a la entrada de Asier Illarramendi, Carlo Ancelotti apostó por Isco. Una decisión afortunada del técnico local no sólo por el gol, sino porque el futbolista andaluz puso criterio y calidad en la medular de los locales. El Dortmund, en cambio, extrañó demasiado al sancionado Robert Lewandowski. La primera llegada peligrosa del conjunto alemán no llegó hasta los 33 minutos, cuando Grosskreutz se atrevió con un disparo no demasiado peligroso para Iker Casillas. Para entonces, el juego del Real Madrid había vuelto a caer y saludó el intermedio con agrado. La segunda mitad volvió a confirmar la bravura del Dortmund. Con bajas o sin ellas no da pasos atrás, aunque bien es cierto que el resultado lo obligaba. Lo que sucede es que pocos equipos hay como el Real Madrid que castiguen tanto los errores, y el Dortmund cometió varios de gravedad. Como el del minuto 57. El conjunto alemán volvió a perder otro balón fatídico en la frontal del área, Modric robó y el croata asistió para que Cristiano Ronaldo marcara entre el clamor de la fanaticada. Fue el decimocuarto tanto del portugués en esta edición de la Liga de Campeones, igualando un récord histórico. El tanto permitió tomar aire a los blancos, que optaron por jugar al contraataque ante los grandes riesgos asumidos por un Dortmund que se veía fuera de la Liga de Campeones anticipadamente. A los 80 minutos se marchó Cristiano Ronaldo del campo. Estaba exhausto y con alguna molestia física. El Santiago Bernabéu, que el sábado lo silbó en un par de jugadas, se puso en pie para aclamar al portugués en algo parecido a una reconciliación. Para entonces al Real Madrid no le interesaba otra cosa que defender tan provechoso marcador. Lo aguantó hasta el final, con Pepe como puntal, y celebró la clausura del duelo con los brazos en alto. Se sentía equipo de semifinales de Liga de Campeones.