11/12/2013 10:35:00
El último episodio fue el que sufrió el senador electo Andrés Allamand, quien recibió un tomatazo en medio de un acto de apoyo a Matthei. Otro que pasó a la historia es el jarrazo de María Música a la ex ministra Mónica Jiménez.
La política genera sentimientos encontrados. No es ningún misterio que algunos evitan conversar de ella, incluso de fútbol o religión, porque es un tema que desata las pasiones y puede provocar una eventual y evitable pelea. Pero hay personas que "se nublan" y dejan escapar sus sentimientos de rabia y la expulsan arrojando un tomate, un escupo, un jarrón con agua, un zapato. Incluso lanzan harina o platos con torta. El último incidente fue el que sufrió el senador electo Andrés Allamand, quien recibió un tomate en una actividad de apoyo a Evelyn Mattei, candidata de la Alianza, en Cerro Navia. Un día antes el blanco fue el Presidente Sebastián Piñera, escupido por una mujer en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Estación Central, adonde para asistir al velorio de monseñor Alfonso Baeza. Pero esta conducta no es nueva. Michelle Bachelet, abanderada de la Nueva Mayoría también fue víctima de la ira ciudadana. En Arica recibió un escupo en el rostro. La historia también cuenta el "jarrazo" con agua que la escolar María Música le propinó a la ex ministra de Educación Mónica Jiménez. Pero la ira parece ser mundial, si no, que lo cuenten George W. Bush, Françoise Hollande y Nicolás Sarkozy. El ex Presidente de EE.UU recibió un zapatazo en una conferencia de prensa en Irak. El acto representa la mayor indignación de una persona hacia otra. Mientras que el actual Mandatario francés, Françoise Hollande, recibió un puñado de harina. Y su antecesor recibió un "tortazo" cuando era candidato presidencial. A modo de bonus track. Pese a que no tiene que ver con la ira ciudadana, pero marcó estos ataques a políticos o entre políticos, destaca el zamarreo del diputado UDI Iván Moreira al ex legislador PPD Jorge Schaulsohn que el senador electo cerró con una frase que hasta hoy se le recuerda: "La política es una mierda".
El último episodio fue el que sufrió el senador electo Andrés Allamand, quien recibió un tomatazo en medio de un acto de apoyo a Matthei. Otro que pasó a la historia es el jarrazo de María Música a la ex ministra Mónica Jiménez.
La política genera sentimientos encontrados. No es ningún misterio que algunos evitan conversar de ella, incluso de fútbol o religión, porque es un tema que desata las pasiones y puede provocar una eventual y evitable pelea. Pero hay personas que "se nublan" y dejan escapar sus sentimientos de rabia y la expulsan arrojando un tomate, un escupo, un jarrón con agua, un zapato. Incluso lanzan harina o platos con torta. El último incidente fue el que sufrió el senador electo Andrés Allamand, quien recibió un tomate en una actividad de apoyo a Evelyn Mattei, candidata de la Alianza, en Cerro Navia. Un día antes el blanco fue el Presidente Sebastián Piñera, escupido por una mujer en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Estación Central, adonde para asistir al velorio de monseñor Alfonso Baeza. Pero esta conducta no es nueva. Michelle Bachelet, abanderada de la Nueva Mayoría también fue víctima de la ira ciudadana. En Arica recibió un escupo en el rostro. La historia también cuenta el "jarrazo" con agua que la escolar María Música le propinó a la ex ministra de Educación Mónica Jiménez. Pero la ira parece ser mundial, si no, que lo cuenten George W. Bush, Françoise Hollande y Nicolás Sarkozy. El ex Presidente de EE.UU recibió un zapatazo en una conferencia de prensa en Irak. El acto representa la mayor indignación de una persona hacia otra. Mientras que el actual Mandatario francés, Françoise Hollande, recibió un puñado de harina. Y su antecesor recibió un "tortazo" cuando era candidato presidencial. A modo de bonus track. Pese a que no tiene que ver con la ira ciudadana, pero marcó estos ataques a políticos o entre políticos, destaca el zamarreo del diputado UDI Iván Moreira al ex legislador PPD Jorge Schaulsohn que el senador electo cerró con una frase que hasta hoy se le recuerda: "La política es una mierda".