08/07/2013 13:34:34
El diario O Globo informó que fue una de las 16 que mantuvo ese país en distintas partes del planeta, y que fue la única ubicada en América Latina. Estuvo operativa "al menos hasta 2002".
La capital brasileña, Brasilia, fue base de una estación de espionaje vía satélite de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), de Estados Unidos, reveló hoy el diario brasileño "O Globo", en base a documentos filtrados por el ex colaborador de los servicios secretos norteamericanos Edward Snowden.
Según el reportaje firmado por los reporteros Roberto Kaz y José Casado, los documentos revelan que la "base espía" de Brasilia fue una de las 16 que mantuvo Estados Unidos en distintas partes del planeta, fue la única ubicada en América Latina y estuvo operativa "al menos hasta 2002".
Los documentos de NSA revelan que la red de bases espías funcionó en base a un programa de recopilación de informaciones a través de satélites de otros países, uno de los cuales, bautizado como "Primary Fornsat Collection Operations", revela precisamente la ubicación de las bases de la agencia.
Los papeles, con fecha de 2002, revelan que el manejo de las informaciones recabadas era realizado por agentes de la NSA "disfrazados de diplomáticos", y que el trabajo se realizó en cooperación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Los blancos del espionaje serían amplios: "Sistemas de comunicación de satélites comerciales extranjeros son usados en el mundo entero por gobiernos extranjeros, organizaciones militares, corporaciones, bancos e industrias", dice el texto.
Los documentos revelan además que el sistema de recopilación de informaciones se basa en alianzas de la NSA "con sus socios extranjeros", que no son nombrados.
La nueva denuncia se suma a la revelación hecha este domingo por "O Globo" y por el diario británico "The Guardian", según la cual Brasil ha sido el país latinoamericano más espiado por el gobierno estadounidense, que a través de su servicio secreto interceptó millares de e-mails y comunicaciones telefónicas tanto de ciudadanos y empresas de Brasil como de extranjeros que pasaron por el país.
La noticia generó una dura reacción del gobierno brasileño, que expresó su "grave preocupación" y pidió explicaciones al gobierno de Barack Obama: "Solicitamos aclaraciones al gobierno norteamericano por intermedio de la embajada de Brasil en Washington y a través del embajador americano (Thomas Shannon) en Brasil", dijo el canciller Antonio Patriota.
Según la agencia oficial brasileña ABR, el gobierno de Washington prometió suministrar explicaciones a Brasilia sobre el caso, pero enfatizó que no lo hará públicamente, sino a través de los canales diplomáticos.
"El gobierno de Estados Unidos responderá apropiadamente a nuestros socios en Brasil por las vías diplomáticas y de inteligencia. No comentaremos públicamente ni tampoco especificaremos supuestas actividades de inteligencia", afirmó el Departamento de Estado norteamericano a través de un texto de e-mail divulgado por ABR.
Al mismo tiempo, Brasil inició investigaciones sobre la forma como Estados Unidos pudo controlar llamadas telefónicas y mensajes de e-mail realizados en el país.
Según el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, las investigaciones serán realizadas por el ente regulador del sector brasileño de telecomunicaciones, Anatel, que verificará si empresas brasileñas o instaladas en el país cooperaron de alguna manera con la práctica ilegal.
"Estamos muy preocupados con estas noticias, especialmente con la posible relación con empresas brasileñas. Si eso realmente ocurrió, configura un delito contra la legislación brasileña y la Constitución. Nuestra Constitución asegura el derecho a la intimidad y privacidad. Si hubiera empresas brasileñas mancomunadas con empresas extranjeras para violar el secreto telefónico y de datos, sería un absurdo", dijo Bernardo.