27/05/2013 7:57:26
Es economista, descendiente de emigrantes libaneses y su padre fue el dentista de Eduardo Frei Montalva. Trabajó en el Banco Mundial y se le conoció como el "embajador de mochila". Está a favor de una educación gratuita y la vida, critica el “mínimo interés” por la soberanía ciudadana y el actual sistema económico, pide no criminalizar el consumo privado de la marihuana ni su cultivo personal; sí el tráfico y su comercio.
Alfredo Sfeir Younis es el candidato presidencial del partido Ecologista para las elecciones de noviembre de este año. El economista fue proclamado en el consejo general de la tienda del 13 de abril pasado, y desde ahí no ha parado de dar entrevistas y de participar en sus actividades de campaña.
El aspirante a La Moneda, que conversó con
Soychile.cl fue invitado a la última cuenta pública del
Presidente Sebastián Piñera, junto a los demás presidenciables. Sólo faltó Michelle Bachelet. Al acto republicano llegó vestido de blanco y con su pelo largo blanco tomado.
Alfredo Sfeir es descendiente de libaneses, nació el 26 de septiembre de 1947, su padre era el dentista de Eduardo Frei Montalva y decía "que era el único que le metía el dedo en la boca al Presidente".
Hijo del primer embajador en el Líbano, estudió en el Colegio San Ignacio y luego ingresó al seminario jesuita del cual posteriormente se retiró. Es divorciado y tiene tres hijos, uno de ellos lo convirtió en abuelo de una nieta pequeña, María Jesús.
Parte de su vida la dedicó a estudiar, las universidades de Chile, Rhode Island, Wisconsin y Harvard lo vieron pasar. También dictó clases, en cárceles también, sobre Eco-Competitividad, Equidad y Medioambiente, la Eticonomía, Cómo Alcanzar Una Sociedad Sustentable: Economía, Medioambiente, Sociedad y Espiritualidad, Los Fundamentos de la Economía Espiritual, entre otros.
Más tarde trabajó en el Banco Mundial, donde fue considerado el primer economista ambiental y llegó a ser director de la oficina del organismo en Nueva York y Ginebra (Suiza). Fue el Representante Especial del banco ante Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio (1996 y 2003). En su comando explican que trabajó en promover los derechos humanos y la protección y el manejo del medioambiente. Lo llamaron
"el economista rebelde" o el "embajador de mochila".
Asesor y consultor internacional en economía, medioambiente, espiritualidad y ética, fue distinguido con el premio Sanador del Mundo (World Healer Award 2002); Mensajero de la Paz (2002); Premio Consejero Supremo de Foro Budista. Además, es hijo Ilustre de Los Países Andinos - Corporación Andina de Naciones 2006 y de la ciudad de Quito, Ecuador (2008).
¿Cuándo se sumó al partido?
Toda mi vida he sido “un militante” político verde, pero me sumé al Partido Ecologista Verde de Chile hace algunos meses.
¿Cómo emerge de presidenciable?
Representantes del Partido Ecologista Verde me visitaron hace más de dos años con la idea de difundir y compartir con la ciudadanía mis experiencias de casi cuatro décadas en materias de desarrollo sustentable, con conferencias y clases magistrales sobre los aspectos de la sustentabilidad en Chile. Más tarde, me llamaron a apoyar a los candidatos verdes para las elecciones de alcaldes y concejales. Y durante ese proceso muchos concejales regionales del partido me pidieron formalmente que aceptase ser uno de los candidatos a la presidencia de Chile.
¿Cómo nace la espiritualidad que aplica a la política?
Como todos los chilenos, siempre he sido un ser espiritual tremendamente motivado por los procesos internos de transformación. No soy diferente a usted. Muy envuelto en la relación entre el cuerpo, la mente y el alma. Así he estudiado por casi medio siglo las grandes corrientes espirituales del mundo, y practicado muchas técnicas contemplativas. Mi conclusión, por más de 30 años, es que toda espiritualidad debe estar inmersa e integrada en la realidad humana, y que esta espiritualidad debe ser “una” con los aspectos de la vida pública nuestra. Es por eso que he integrado la economía con la espiritualidad, y ahora la política con la espiritualidad. Una espiritualidad sin política es solamente una teoría esotérica. Una política sin espiritualidad es vacía y peligrosa. Todas las actividades humanas tienen una dimensión material y otra espiritual; de lo contrario, ellas son actividades truncas y separadas de la verdadera naturaleza del ser humano. En mi
Facebook aparecen diez razones del porqué la espiritualidad tiene que integrase a la política.
Cuéntenos sobre sus propuestas en educación
Estoy muy preocupado de la educación en Chile, y del hecho de que aún no se han resuelto las demandas de los estudiantes. Esto demuestra un gran fracaso en la gobernabilidad pública de nuestro país y en el mínimo interés que existe de parte del aparato político en relación a alimentar la soberanía ciudadana. La educación debe ser gratuita y de altísima calidad; sin embargo, decir esto es decir muy poco. Estamos muy preocupados además de una falta de educación integral que incluya el cuerpo, la mente y el alma, del exceso de énfasis en una educación para “el hacer” y “el tener” y muy poco énfasis en la educación para “el ser”; de las inequidades que genera la educación especialmente a través de las diferencias entre la educación urbana y rural; del respeto y desarrollo de los profesores y profesionales afines; de la deserción escolar; del contenido del nuevo kínder obligatorio; de la infraestructura educacional en las zonas pobres y la falta de recursos; de la falta de bibliotecas poderosas y de todos los instrumentos que necesita una buena educación; del bienestar de todos los empleados y trabajadores de estas instituciones universitarias; la alimentación, nutrición, salud integral, vivienda y transporte de los estudiantes, profesores y empleados, etc. Estas son prioridades importantísima dentro de los programas de nuestra campaña; la educación como uno de los ejes más estratégicos de nuestra política social que vamos a ofrecer.
¿Qué piensa del modelo económico que rige hoy?
Este modelo debe ser cambiado. Es un modelo frágil frente a las crisis internacionales, que concentra riqueza, crea inequidad y destruye el medioambiente, sin poseer mecanismos automáticos de corrección. Es un modelo que ha producido una baja en la calidad de vida a través de enfermedades y estrés social (desmembración de la familia, los barrios y las organizaciones locales). Es un modelo que está haciendo desaparecer lo nuestro, los pequeños negocios minoristas de barrio, nuestra identidad cultural, los pequeños productores, y lo que tenemos como bienes públicos. Por ahora lo que los gobiernos y muchos candidatos han ofrecido es una serie de correcciones en el margen que se hacen solamente si quedan recursos después de repartirse y concentrarse en manos de unos pocos. Por lo tanto estamos ofreciendo un nuevo modelo de desarrollo sustentable y empoderado: sustentabilidad económica, ecológica y social junto con un empoderamiento de la ciudadanía, derechos civiles y políticos dentro de una democracia fuerte. En este modelo la economía se ajusta y se alinea a resolver los problemas que tiene la ciudadanía y no como ahora que estos problemas se resuelven si “le sobra” recursos al modelo. Los grandes ejes que estamos priorizando son la inequidad, la destrucción ambiental, la calidad de vida y formas diferentes de bienestar, y los derechos económicos, sociales y culturales (ej. la salud, educación, vivienda, agua, ambiente limpio, cultura y valores y alimentación), poniendo la economía al servicio de la solución a estos problemas. Obviamente esto es como la base primaria que abre un abanico de otros programas que serán siendo integrados (energía: reconversión y ahorro energético; política social: actores y ajuste social, gobernabilidad, modernización institucional y soberanía social; y muchos otros). Hay que cambiar el modelo ya!
Sus políticas en el sector salud
El modelo económico está creando una ciudadanía enferma y debilitada. Esto se traduce en una democracia debilitada. La gran mayoría de las enfermedades provienen de la destrucción ambiental y ecológica como son: la contaminación del agua y del aire, el uso de pesticidas y agro químicos, el uso de aditivos y adictivos en nuestros alimentos, el uso de semillas transgénicas, la desestabilización de los ecosistemas que dan apoyo al medioambiente humano, etc. Es por eso que hay una simbiosis total entre lo definido como ambiental-ecológico y las políticas sociales. Quien ve esto separadamente no sabe que constituye verdaderamente una política social. Los dos ejes más importantes de nuestra política en salud son: primero recuperar la salud y mejorar significativamente las distintas formas de medicinas (complementarias, ancestrales) que pueden aportar a la prevención de enfermedades y segundo tener los servicios de salud rural mejores del continente o del mundo. También nos concentraremos en la salud del cuerpo, la mente y el alma. Esto es mucho más importante que dedicarse solamente a la medicina curativa. Naturalmente hay que mejorar la infraestructura de la salud en todo el territorio. Pero la infraestructura no es suficiente. Hay que mejorar la situación de los médicos, enfermeras y personal a fin en nuestras regiones (mejores salarios, una carrera profesional atrayente, creación de centros de mejoramiento e investigación). Los que pertenecen a la tercera edad deben tener salud totalmente gratuita junto a medicamentos gratuitos. Haremos un programa nacional de recuperación de todas las hierbas y sustancias medicinales que posee nuestra tierra chilena.
¿Mar para Bolivia?
Bolivia es nuestro vecino y será nuestro vecino por cientos de gobiernos más. Por lo tanto nada puede remplazar una política de buen vecino acompañada de un programa de integración fronteriza que sea un ejemplo para el mundo entero. Hay que encontrar una solución definitiva para el mar de Bolivia sin perder nuestra soberanía territorial, social, y ecológica. Ahora que esto está en la Corte Internacional de La Haya debemos participar activamente en él. Este no es solamente un desafío político sino social y ciudadano. Consultas directas con la ciudadanía son indispensables.
¿Aborto?
Siempre he estado en favor de la vida, y de todas las formas de vida que nos ha puesto la Creación. Nadie en Chile está en favor de la muerte de un ser humano. Por lo tanto el problema del aborto no se puede criminalizar entre aquellos que dicen que sí y los que dicen que no. Eso es un simplismo nefasto, eso es violencia, eso es discriminación, que no nos permiten que como sociedad (ella y nosotros) lleguemos a un consenso compartido sobre un desafío fundamental en la vida de todos nosotros. Debemos preguntarnos por qué una mujer llega al aborto, cuáles son las razones principales y también qué responsabilidad tenemos todos nosotros frente a esa situación. No podemos tomar una posición sobre este tema sin al mismo tiempo definir nuestras responsabilidades respecto al origen y desenvolvimiento y resultados. La mujer debe tomar la última decisión en un mundo de cooperación, amor, compasión, solidaridad y respeto. Los hombres debemos ser responsables de cada uno de los procesos que esto envuelve, comenzando por la gestación. Hay situaciones en que nuestra sociedad debe entender y respetar la decisión de la mujer y darle un apoyo moral, material y social incondicional.
¿Y la marihuana?
En nuestro país hay que cambiar la criminalización de todo y todos por la compasión y la solidaridad. Pienso que todo ser humano nace en equilibrio y es la pérdida de este equilibrio cuando vemos que muchos estén en el mundo del alcohol, cigarrillos, drogas, bebidas, azúcares, adictivos, aditivos, etc. Por lo tanto debemos ir a la causa última de ese desequilibrio y resolverlo Esta identificación y búsqueda de soluciones integrales a este gravísimo problema es otro pilar esencial de nuestra política social dentro de la sustentabilidad social y humana de nuestra sociedad. El consumo personal, privado de la marihuana y su cultivo personal no debe ser criminalizado. Sí debe ser criminalizado el tráfico y comercio de ella.
¿Deben votar los chilenos en el exterior?
Son chilenos! Deben tener todos los derechos cívicos y la arquitectura institucional para ejercer esos derechos, como el derecho a votar. Inalienable!
Sistema binominal
Un desastre, discriminador, y profundamente injusto, provocando una tiranía de las mayorías que es inaceptable en una verdadera democracia. Debe ser eliminado inmediatamente.
Defina Concertación y la Alianza.
Hay un adagio oriental que dice que “más de lo mismo arrojará más de lo mismo”.
Alfredo Sfeir vive actualmente en Ninhue, Provincia de Ñuble, y es el ecologista que quiere llegar a La Moneda.