09/05/2013 16:51:00
La firma de refrescos detuvo en el norte del país un programa de reciclado promovido por Greenpeace porque encarecía el precio de sus botellas
En un primer vistazo parece un comercial televisivo cualquiera del refresco Coca Cola, pero pronto se descubre que lejos de hacer publicidad al conocido refresco, es una profunda crítica hacia sus envases y hacia quienes lo consumen y vierten sus deshechos al suelo, provocando la muerte de numerosas aves. Se trata de una denuncia por parte de Greenpeace en Australia, donde se utilizan unos 14.000 millones envases de plástico de refrescos cada año, y muchos terminan en el suelo, según datos de Clean Up Australia. Así es cómo dos tercios de las aves australianas se ven afectadas por esos desperdicios, según explicó Greenpeace, ya sea porque se enredan con ellos o porque los confunden con comida. Sus estómagos se llenan de plástico y son incapaces de digerirlo, muriendo desnutridas por no poder alimentarse. Greenpeace ya había logrado iniciar un programa para motivar a la población a reciclar los envases de plástico mediante el intercambio de dinero por envases. En la parte sur de Australia funciona con éxito desde hace 30 años, pero en el norte Coca Cola logró suspenderlo en los tribunales, porque para cubrir ese programa necesitaban encarecer en 10 centavos los costes de cada botella. Eso sí, prometieron que cooperarían para eliminar los residuos plásticos, cuando encuentren otras alternativas.
La firma de refrescos detuvo en el norte del país un programa de reciclado promovido por Greenpeace porque encarecía el precio de sus botellas
En un primer vistazo parece un comercial televisivo cualquiera del refresco Coca Cola, pero pronto se descubre que lejos de hacer publicidad al conocido refresco, es una profunda crítica hacia sus envases y hacia quienes lo consumen y vierten sus deshechos al suelo, provocando la muerte de numerosas aves. Se trata de una denuncia por parte de Greenpeace en Australia, donde se utilizan unos 14.000 millones envases de plástico de refrescos cada año, y muchos terminan en el suelo, según datos de Clean Up Australia. Así es cómo dos tercios de las aves australianas se ven afectadas por esos desperdicios, según explicó Greenpeace, ya sea porque se enredan con ellos o porque los confunden con comida. Sus estómagos se llenan de plástico y son incapaces de digerirlo, muriendo desnutridas por no poder alimentarse. Greenpeace ya había logrado iniciar un programa para motivar a la población a reciclar los envases de plástico mediante el intercambio de dinero por envases. En la parte sur de Australia funciona con éxito desde hace 30 años, pero en el norte Coca Cola logró suspenderlo en los tribunales, porque para cubrir ese programa necesitaban encarecer en 10 centavos los costes de cada botella. Eso sí, prometieron que cooperarían para eliminar los residuos plásticos, cuando encuentren otras alternativas.