17/11/2015 14:18:00
Un fotógrafo captó las historias y el sufrimiento de los niños que escapan de ese país junto a sus familias.
El fotógrafo sueco Magnus Wennman ha pasado un tiempo captando el viaje de los refugiados sirios en Europa. Mientras fotografiaba la lucha de estas personas creó una serie llamada “Dónde duermen los niños” que muestra las camas de los niños refugiados y además narra sus impactantes historias.
LEE TAMBIÉN:Ejercicio escolar que indigna: ¿Cuántos sirios debes lanzar al agua para que el bote flote? Walaa, 5 años:
“Ella quiere ir a casa. Tiene su propia habitación en Aleppo (Siria), nos dice. Ahí ella nunca lloraba en las noches. Aquí, en el campo de refugiados, llora todas las noches. Descansar su cabeza en la almohada es terrible, dice, porque la noche es terrible. Fue ahí que los ataques ocurrieron. En el día, la madre de Walaa le construye una casa con almohadas para mostrarle que no hay nada que temer”, escribió Wennman.
Ralia, 7 años, y Rahaf, 13:
“Viven en las calles de Beirut (El Líbano). Vienen de Damasco (Siria) donde una granada mató a su madre y hermano. Juntos con su padre han dormido en la calle por un año. Siempre se mantienen cerca. Rahaf dice que ella le tiene miedo a los “chicos malos”. Cuando lo dice, Ralia se pone a llorar”, escribió el fotógrafo.
Moyad, 5 años:
“Moyad y su madre querían hacer un pastel. Tomados de la mano fueron al mercado en Daraa (Siria) para comprar harina. Caminaron junto a un taxi donde alguien había puesto una bomba. La madre de Moyad murió en el lugar. El pequeño, llevado a Jordania, tiene esquirlas en su cabeza, su espalda y su pelvis”, narró el fotógrafo.
Niña no identificada:
“Miles de refugiados están esperando en la frontera con Hungría. Nadie sabe qué pasará. Esta niña iraquí estaba durmiendo en el bosque cerca de la frontera”, escribió Wennman.
Fatima, 9 años:
“Vive en un departamento arrendado en Norberg, Suecia, con su mamá Malachi y sus dos hermanos. Fatima es de Idlib, Siria. En las noches sueña que se cae de un bote en medio del océano. El mismo bote que la trajo desde Libia hasta la costa italiana tiempo atrás”, publicó Wennman en Instagram.
Sham, 1 año:
“En la primera fila, justo al lado de la frontera entre Serbia y Hungría, junto a la reja de 4 metros de acero, Sham está acostado en los brazos de su madre. Sólo unos decímetros tras ellos está la Europa que tan desesperadamente tratan de alcanzar. El día anterior, los últimos refugiados fueron admitidos y llevados en tren a Austria, pero Sham y su madre llegaron muy tarde”, aseguró Wennman.
Mohammed, 13 años:
“En su casa en Aleppo, le encantaba caminar por la ciudad mirando los edificios. Ahora muchos de sus favoritos desaparecieron, quedaron en pedazos. Acostado en su cama en el hospital se pregunta si algún día cumplirá su sueño de ser arquitecto”, publicó Wennman.