03/09/2015 16:29:10
El Presidente Juan Manuel Santos aceptó hoy conversar con su par Nicolás Maduro, bajo la condición de que sus compatriotas no sean "maltratados" en Caracas.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aceptó hoy una reunión con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, con el objetivo de solucionar la crisis fronteriza, pero puso como condición que cesen los atropellos contra los colombianos que viven en ese país.
"Le quiero decir al presidente Maduro que estoy dispuesto a reunirme con él, pero que los colombianos necesitan que se les respeten sus derechos fundamentales y que necesitamos que dé pasos en esa dirección", dijo Santos en un acto público en el municipio de Santa Fe de Antioquia, en el noroeste del país.
Santos dijo que el encuentro presidencial se puede concretar si el gobierno venezolano permite que 2.067 niños que se quedaron en Venezuela por el cierre de la frontera puedan cruzarla para ir a sus colegios en Colombia.
Otras dos condiciones consisten en que Venezuela permita el ingreso de 18 camiones que esperan en la frontera para recoger las pertenencias de los deportados y que se apliquen "los protocolos mínimos" de deportación para que los colombianos no sean maltratados.
"Si esas condiciones, que son mínimas, humanitarias, se cumplen, yo me siento a arreglar este problema. Yo le aseguro, presidente Maduro, que lo podemos arreglar, porque si el problema es el contrabando, somos los más interesados en luchar contra el contrabando", dijo.
"Si el problema son las bandas criminales (que actúan en la frontera), somos los más interesados en combatir ese flagelo. Y quiero explicarle (a Maduro) que los problemas de Venezuela no son hechos en Colombia, que no somos responsables de la escasez, de la inflación y de la tasa de cambio", añadió.
El martes pasado, Maduro dijo desde Pekín que quiere hacer una reunión "cara a cara" con Santos para solucionar los problemas.
Las tensiones empezaron el 20 de agosto, cuando Maduro cerró la frontera entre el estado venezolano de Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander, decretó el estado de excepción en algunos sectores limítrofes y ordenó las deportaciones, con el argumento de la lucha contra el contrabando y las bandas armadas que operan en la zona.
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María µngela Holguín, dijo el miércoles que las más recientes cifras indican que desde que empezó la crisis han sido deportados 1.326 colombianos, en su gran mayoría por el paso internacional que conduce a Cúcuta, capital de Norte de Santander.
Según Naciones Unidas, cerca de 10.000 colombianos han cruzado la frontera por pasos naturales, principalmente un río, para anticiparse a una eventual deportación.
Lo que más ha molestado al gobierno colombiano son las denuncias de varios de los deportados en el sentido de que fueron maltratados y que militares venezolanos marcaron sus casas con la letra "D" como una señal para ser demolidas.
Santos ha asegurado que esa práctica es "fascista" y que su gobierno denunciará lo que está sucediendo ante el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon; la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, anunció que denunciará a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) por el procedimiento aplicado en las deportaciones.
Por su parte, el procurador general, Alejandro Ordóñez; el defensor del Pueblo, Jorge Otálora; y el alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez; pidieron por separado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que expida medidas cautelares para proteger a los colombianos que viven en Venezuela.