26/06/2015 16:00:00
El británico de 24 años le mordió brutalmente el labio superior, enceguecido por los celos. La joven hizo pública su historia para generar conciencia sobre la violencia en los pololeos.
Chantelle Ward es una joven de 19 años que a principios del año pasado sufrió una de las situaciones más traumáticas de su vida en Inglaterra. La chica siempre llamaba la atención con su apariencia, y por lo mismo, le gustaba participar de concursos de belleza, pero su novio de ese entonces, Rhys Culley, no aprobaba la idea.
En febrero del año pasado el joven de 24 años la agredió brutalmente en su rostro, luego de una discusión que se generó porque ella trató de terminar la relación. La agarró de la cara, la besó y luego le mordió el labio superior. “Pensé (en ese momento) que mi labio se había desprendido de mi cara”, dijo al medio británico
Mirror.
“Todo se llenó de sangre”, contó en septiembre del año pasado.
Ese momento marcó la vida de Chantelle porque, por primera vez, entró en conciencia del peligro que corría junto a su novio. Llevaban juntos dos años, y la tónica de la relación siempre fue de abuso psicológico. Él nunca la había golpeado, pero sí la había hecho vivir situaciones donde él privaba su libertad personal.
La mordida fue el suceso que la hizo alejarse, por el pavor que le causó ver su cara desfigurada. Su confianza en sí misma se derribó y el miedo inundó todos los espacios de su vida. Comenzó una terapia para superar su agresión, y sólo ahí entendió que estuvo dos años dentro de una relación asimétrica, donde primaba la violencia de género antes que el amor.
“No me di cuenta de que estaba en una situación de violencia doméstica hasta que terminé con él y comencé a ver a un terapeuta. Creo que no hay suficiente alerta y conciencia sobre esto. Más personas debieran saber de qué se trata”, dijo al
Daily Mail UK.
Este es el objetivo que tiene Chantelle al hacer pública su historia: generar conciencia y buscar que otras mujeres no pasen por lo mismo.
El poder que él ejercía sobre las decisiones que Chantelle trataba de tomar –sobre todo respecto a los concursos de belleza-, los celos y el control que su novio tenía sobre sus horarios y amigos fueron constantes durante dos años. Ella pensaba que era normal, porque lo amaba, pero nunca se dio cuenta que estaba dentro de una relación insana.
Las cicatrices que Chantelle tiene en la cara son el recordatorio de lo que vivió. Y ahora está contenta y esperanzada porque la vida le ha vuelto a sonreír. Contó al programa de televisión Good Morning Britain que quedó seleccionada nuevamente para un concurso de belleza, el Miss North East. “Hay mujeres tan hermosas, nunca pensé que me iban a elegir por tener estas cicatrices”, dijo.
Con su confianza recobrada y sus nuevos sueños, esta joven de South Shields, en Inglaterra, quiso dar a conocer su historia para abrir los ojos de otras mujeres del mundo. Hace un llamado para que se conozcan los diferentes tipos de violencia doméstica y para que se cree una red de apoyo a quienes necesiten salir de una relación así de absorbente e insana.
“Fui física y psicológicamente agredida por mi ex. No me dejaba usar cierta ropa, o hablar con ciertas personas, no podía usar maquillaje, y tantos otros pequeños detalles que parecían tontos, pero que en ese momento nunca pensé que se trataban de una forma de violencia”, declaró.
En noviembre del año pasado la justicia determinó, dado los hechos, que Ryhs Culley era culpable a pesar de que él alegaba su inocencia. Las crudas fotografías que Chantelle mostró a la corte sirvieron para probar que la agresión fue intencional y con dolo. Se determinó que la fuerza que usó para morder a su ex novia fue la misma que se usaría para mascar una goma de borrar de 1 cm de grosor.
Finalmente le dieron ocho años de prisión, luego de que el juez dijera que su condena era “inevitable”.
Y es que la violencia de género es un tema que no se puede tomar a la ligera, y según afirma Sarah Green, la directora de la Coalición Fin de la Violencia contra la Mujer en Inglaterra, la educación es primordial para combatir esta injusticia. “Si como sociedad de verdad nos preocupa asegurar la justicia para las sobrevivientes de estas agresiones, deberíamos hacer todo lo que esté en nuestro poder para evitar el abuso en primera instancia. Esto tiene que partir en los colegios, donde se hable del respeto dentro de las relaciones”, sentenció.
Green también agregó que “cualquiera que se sintiera víctima de crímenes como el de esta noticia, debiera sentirse alentado a denunciarlos”. A la justicia (ojalá con fotografías o registros que prueben los hechos) y a tu círculo cercano, para alertar ante cualquier abuso, porque todo ser humano tiene derecho a vivir libre de violencia.